Destacamos: ¿Cómo se distribuye el ahorro de las familias españolas?



Puedes consultar el estudio de Finanbest aquí

Más del 98% de las familias españolas cuentan con un activo en propiedad. Para más del 80% se trata de un activo inmobiliario con un valor mediano de 158.500 euros. Un estudio de Finanbest analiza cómo invierten las familias españolas. Puedes consultar el documento aquí.

Bajos tipos de interés y la escasa rentabilidad de los productos de ahorro clásicos son algunos de los detonantes que están motivando el desplazamiento de los ahorros españoles hacia los fondos de inversión. Los astros parecen haberse alineado a favor de este instrumento de ahorro que además está exento de tributación fiscal hasta el momento de su reembolso.

A pesar de estos avances, España se encuentra al nivel de Rumanía en lo que a fondos de inversión se refiere y sólo el 6% de las familias que ha invertido en activos financieros se ha decantado por este producto. Una cifra muy alejada del 42% de Estados Unidos y que supone el porcentaje más bajo de los cinco grandes países europeos (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España).

Ésta es la principal conclusión del estudio desarrollado por Finanbest en colaboración con AFI, en el que se ha tratado de realizar un análisis sobre la evolución del ahorro de los españoles y cómo influye la cultura financiera en sus decisiones de inversión. Para ello se han examinado los informes realizados por diversas fuentes institucionales, así como otros estudios de diferentes empresas privadas.

En todos ellos se pone de manifiesto la naturaleza conservadora de los españoles a la hora de gestionar sus ahorros, así como su tradicional aversión al riesgo. De hecho, de los más de 2 billones de euros de ahorro financiero de las familias españolas en 2016, la cifra acumulada en fondos de inversión se ha situado en sólo 195.000 millones de euros. A pesar del repunte experimentado en estos últimos años de crisis, con un notable boom en términos de suscripciones, lo cierto es que la inversión en fondos es ligeramente inferior a la registrada en 2007 (196.000 millones de euros), antes del estallido de la crisis financiera.

Evolución distinta ha experimentado la inversión en depósitos, el producto estrella entre los ahorradores. En 2016 sigue siendo el activo que más pesa en los hogares, con 858.000 millones de euros entre depósitos y efectivo. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que los españoles son los que más miedo muestran ante la volatilidad de los mercados, sólo superados a nivel mundial por los portugueses, según la segunda parte del Barómetro Mundial de Schroders. Este dato se produce en un momento en que los depósitos ofrecen una rentabilidad muy reducida, como consecuencia de los bajos tipos de interés que mantiene el Banco Central Europeo (BCE).

Por este motivo, los ahorradores más sofisticados están apostando por productos que ofrezcan una mayor rentabilidad, es decir, fondos de inversión y acciones. El problema es que muchos de ellos realizan esa apuesta sin un asesoramiento adecuado que les permita seguir pasos progresivos en la asunción de riesgos, dado que no dedican un periodo de tiempo inicial a invertir en fondos monetarios, el producto más conservador dentro de las categorías de fondos. Además, invierten cuando el mercado ya ha subido y desinvierten cuando éste ya ha bajado.

Para poder comparar términos homogéneos, Finanbest ha tenido en cuenta la última Encuesta Financiera de las Familias Españolas, en la que el Banco de España ha estudiado el porcentaje de familias que invierten en activos financieros, diferenciando entre depósitos, fondos, acciones o bonos, entre otros.

De ella se desprende que los españoles invierten casi el doble en acciones (11,4%) que en fondos (6%). No obstante, las tornas cambian cuando se habla del saldo mediano que dedican a cada uno de ellos. La cantidad de dinero que los españoles destinan a fondos es casi 4 veces superior que la dedicada a acciones: un total de 39.300 euros frente a los 11.200 dedicados a los títulos bursátiles; ya que las personas con más renta y cultura financiera invierten más en fondos.

Todo lo comentado lleva a concluir que los españoles invierten de manera incorrecta tanto en tipología de productos como en el momento de hacerlo, convirtiendo a España en el país que peor invierte de los cinco grandes europeos.

Los españoles siguen invirtiendo en una segunda vivienda

El 98,4% de las familias posee un activo, ya sea financiero o real. El estudio de Finanbest, además de la inversión en activos financieros (acciones, depósitos o fondos), ha querido analizar la cantidad de familias que poseen activos reales o, lo que es lo mismo, viviendas.

De este análisis se desprende que los inmuebles continúan siendo el principal destino de los ahorros de las familias españolas: 8 de cada 10 tienen una vivienda en propiedad. Tanto es así que casi el 40% dispone de una segunda residencia. Concretamente, un 28% posee una casa que no es su vivienda principal y un 10% solares y fincas, porcentajes que se incrementan a medida que aumenta el nivel de renta.

Desconocimiento generalizado entre los ahorradores

Finanbest también ha querido comprobar en este estudio cómo han influido las decisiones de inversión en activos reales y financieros en el ahorro global de los españoles. Tras la crisis en que ha estado inmerso el país, nuestro endeudamiento ha superado en un 13% la media de la zona euro y más de la mitad de las familias no ahorra.

La razón tiene diversos orígenes: en unos casos se debe a que los gastos e ingresos del hogar son similares y no es posible ahorrar, en otros no se ahorra por la visión positiva de la evolución económica y/o por culpa de una deficiente formación financiera.

A tenor de estos datos, aún queda mucho por hacer en lo que a alfabetización financiera se refiere. A pesar de la crisis y los escándalos financieros de los últimos años, los españoles continuamos tan mal informados/formados como hace una década. Tal es así, que sólo 1 de cada 10 responde correctamente a preguntas sobre finanzas. Un 46% no es capaz de responder a las cuestiones más básicas, porcentaje que alcanza el 86% cuando las preguntas se relacionan con el riesgo.

Las cifras no son tampoco halagüeñas entre los españoles con educación superior. De hecho, sólo 2 de cada 10 son capaces de responder correctamente a preguntas complejas de economía, cifra que asciende al 68% cuando se trata de cuestiones básicas.

El desconocimiento se acentúa aún más a medida que baja la formación académica. De hecho, entre los españoles con educación inferior, 6 de cada 10 son incapaces de responder a preguntas básicas de economía, porcentaje que aumenta hasta el 92% cuando se habla de conceptos más complejos como la rentabilidad.

Asesoramiento profesional adaptado a cada cliente

Este déficit de comprensión en materia financiera induce a los inversores a no ser conscientes de lo importante que es saber gestionar sus finanzas para sacar provecho de sus ahorros. Es más, el 55% de las familias con menos formación económica considera que el asesoramiento profesional no aporta ningún beneficio a la hora de gestionar sus ahorros, lo que conlleva que sean ellos mismos los que tomen las decisiones financieras sin tener en cuenta los riesgos o beneficios a los que se exponen.

Estos datos ponen de manifiesto que aún queda mucho por hacer en cuanto a formación se refiere, así como en la mejora del asesoramiento necesario para alcanzar una rentabilidad adecuada de las inversiones.

Finanbest quiere romper con esta dinámica, poniendo a disposición del ahorrador medio el modelo de inversión de los grandes patrimonios. Todo con la máxima seguridad, gracias a la asociación con entidades líderes del mercado como BNP Paribas y Allfunds Bank, explica en un comunicado.

Para Asier Uribeechebarría, fundador y director general de la compañía, “la falta de un asesoramiento adecuado conduce a invertir de manera incorrecta tanto en la tipología de productos como en el momento de hacerlo, lo que provoca la destrucción de patrimonio y el aumento de la desconfianza. Cuanto mayor sea la formación financiera, mayor será el reconocimiento del interés por ahorrar y la percepción correcta del riesgo y rentabilidad de ciertas alternativas de inversión, como es el caso de los fondos, en los que se percibe un nivel de riesgo superior al que realmente tienen. De este modo, mucha más gente sabrá cómo ahorrar y podrá disponer de una cantidad de ahorro suficiente para sufragar los gastos corrientes cuando lleguen a la jubilación”.

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