La morosidad afecta al 55% de las exportaciones de EEUU



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Las empresas estadounidenses registran un aumento significativo de la morosidad en sus operaciones B2B en mercados exteriores. De acuerdo con las conclusiones del Barómetro de Prácticas de Pago en América difundido por Crédito y Caución, el 55% de sus facturas internacionales entra en mora, un porcentaje muy superior al 40% que registran en el mercado doméstico.

Las empresas canadienses también consiguen un mejor comportamiento entre sus clientes domésticos, pero el diferencial es de sólo nueve puntos, frente a los 15 que se dan en Estados Unidos. De los tres países del área NAFTA, México es el que registra la mayor morosidad en sus facturas B2B, tanto en el mercado doméstico (59%) como en los mercados internacionales (57%).

Las dos principales razones para la demora en el pago por parte de clientes nacionales B2B son la insuficiente disponibilidad de fondos y el retraso intencionado como forma de financiación. El porcentaje de empresas que informa de la falta de fondos de su cliente aumentó en México y Estados Unidos, mientras que el uso de facturas pendientes para financiar la actividad sólo creció en Estados Unidos. En el caso de los clientes B2B extranjeros, la complejidad del procedimiento de pago es el principal motivo para el retraso, con crecimiento en los tres países del área NAFTA, con especial incidencia en México.

En ese contexto y de acuerdo con las conclusiones del estudio, las empresas de la región son mucho más propensas a otorgar crédito comercial a sus clientes domésticos que a los internacionales. Las empresas de México registran la principal tasa de impago final del área NAFTA, que afecta al 2% de su facturación. Este porcentaje cae hasta el 1,5% en Canadá y el 1,3% en Estados Unidos.

La mayor frecuencia de impago se registra entre los compradores de bienes de consumo duraderos, servicios comerciales y construcción. El principal motivo para el impago (51%) es la insolvencia formal del cliente, seguido de la incapacidad de localizarlo, el fracaso de los intentos de recobro y la antigüedad de la deuda.

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