Siete consejos del Instituto DKV de la Vida Saludable para combatir el calor



Beber abundante agua, evitar las horas centrales del día y vestir ropa ligera y transpirable, son algunos de los consejos que los expertos recuerdan ante la llegada de las altas temperaturas

Aunque se ha hecho esperar, el verano ha llegado con fuerza disparando la temperatura. Para combatir los efectos del calor, el Instituto DKV de la Vida Saludable ha elaborado una guía con siete sencillos consejos. Los niños, los ancianos y los enfermos crónicos, mucho más vulnerables a sufrir las consecuencias del calor, son quienes peor lo pasan en esta época y sobre los que debemos tener una especial atención.

El Instituto DKV de la Vida Saludable ofrece una serie de consejos preventivos y prácticos para minimizar los daños y que estos días de calor no impidan continuar con una vida saludable y disfrutar del buen tiempo. Beber agua abundante, vestir ropa ligera y transpirable y evitar las horas centrales del día, son algunas de las recomendaciones a seguir.

No obstante, es necesario tener en cuenta que, la tendencia a tener sueño, el cansancio continuado por pulso lento o los calambres musculares, son algunas de las señales más comunes en el caso de sufrir un golpe de calor. Por ello, debemos estar alerta y acudir al especialista si sufrimos alguno de estos síntomas.

Beba abundante agua sin esperar a tener sed

Entre siete y ocho vasos diarios (aproximadamente unos 2 litros) son necesarios para mantenerse correctamente hidratado ante las altas temperaturas. En el caso de los niños y ancianos, la vigilancia será mayor sobre todo si se encuentran solos o enfermos y, además de agua, es conveniente la ingesta de bebidas isotónicas para recuperar las sales minerales y, a ser posible, a una temperatura adecuada.

Evite salir durante las horas centrales del día

Permanezca la mayor parte del tiempo en lugares frescos, a la sombra o climatizados. En casa, se recomienda descansar en las zonas más frescas y regular la temperatura por la noche, ya que el cuerpo se enfría durante el sueño.

Evite comidas copiosas, tome frutas y verduras

Ante las altas temperaturas, tener las comidas ligeras y frescas siempre favorece la digestión y mitigan los efectos del calor. Hacer comidas menos abundantes y más veces al día no solo ayuda a sentirnos mejor sino que es más saludable.

Vestir ropa ligera y transpirable es la mejor opción para niños y adultos

Las prendas con tejidos naturales, ligeras y holgadas ayuda sentirnos más cómodos tanto dentro como fuera de casa. Recordar además que los colores claros atraen menos los rayos del sol y hacen que la sensación de calor sea menor.

Evite practicar deportes al aire libre durante las horas centrales y más calurosas

Es decir, entre las 12 del medio día y las 6 de la tarde. Realizar actividad física intensa durante las horas centrales del día puede ser causa de insolación. Así, no solo es aconsejable reducir el ritmo de ejercicio durante esta época del año sino que además, debemos prestar máxima atención a los niños menores de tres años, quienes deberán evitar la exposición al sol siempre que sea posible.

No olvidar la protección solar en la piel

En el caso de los bebés, su piel es mucho más sensible y la exposición al sol les puede producir graves quemaduras aunque sea durante poco tiempo. Para ellos, así como para niños y ancianos, siempre es mejor utilizar un factor alto y adecuado. El uso de gafas de sol y sombrero ayuda a proteger la vista de los más pequeños y los golpes de calor.

En caso de estar encamado por enfermedad o por edad

El sistema de control de temperatura por el sudor no funciona eficazmente, por lo que hay que vigilar que la persona encamada no permanezca muy tapada y, refrescarle la piel de las extremidades cada hora con un paño húmedo para simular sudor.

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