Las redes sociales ya no son solo un modo de presentación o de mantener el contacto con los amigos. Se han convertido en un medio para presentar productos y servicios a targets muy segmentados. Ello está modificando los comportamientos de compra.
Las estadísticas arrojan un dato relevante al respecto: 1 de cada 3 españoles afirma que las redes sociales influyen en sus decisiones de compra, según el último Informe de Pagos de Consumidores realizado por Intrum.
“La presión social derivada de la exposición en redes sociales hace que sea vital enseñar, especialmente a los más pequeños, la adopción de hábitos de consumo responsables, con beneficios sostenibles y duraderos en etapas más adultas”, apunta Alejandro Zurbano, director general de Intrum en España.
El 47% de los jóvenes de entre 18 y 24 años asegura que consume más de lo que le hubiera gustado debido a las redes sociales. El porcentaje se reduce al 20% cuando hablamos de mayores de 50 años, una cifra que se sitúa 15 puntos por debajo del promedio europeo en este segmento de edad (35%).
Los padres son otro target importante. Según revela este estudio realizado a más de 24.101 consumidores de 24 países, el 21% acaba comprando ropa de marca a sus hijos como consecuencia de la presión que sufren por las redes sociales. Tan solo el 8% de los progenitores es ajeno a esta situación y opta por comprar a sus hijos lo que necesitan o consideran conveniente.
Endeudamiento a largo plazo
Las múltiples opciones de pago que existen en la actualidad hacen aún más propenso el endeudamiento poco sólido a largo plazo, especialmente con una sociedad en la que el consumo está a la orden del día. Prueba de ello es que casi se destina la misma cantidad de ahorros mensuales a consumo (18%) que a la jubilación (20%).
Esta distribución de los ahorros significa que, a pesar de que el 63% de los ciudadanos encuestados ahorra a final de mes, el 33% no puede hacer frente a un gasto imprevisto de menos de 1.000 euros sin pedir dinero prestado.
No obstante, si comparamos estos datos con los del resto de países europeos encuestados, los españoles se sitúan entre los que mejor pueden hacer frente a los imprevistos, ocupando el sexto lugar. En el top five se encuentran Austria, donde el 62% de sus habitantes tiene capacidad financiera para reaccionar a gastos extras, seguido de Lituania (60%), Noruega (59%), Suecia (585) y Estonia (56%).