Si quienes fuman una cajetilla diaria dejaran de hacerlo ahorrarían más de 23.000 euros en diez años
El 51% de los fumadores oculta a su seguro de salud que fuma. Así lo apunta el último estudio publicado por el comparador de seguros de salud Acierto.com. El análisis también pone de manifiesto que hasta el 44,6% de estos asegurados afirma que su compañía no se lo ha preguntado nunca. El 6,4% restante indicó que empezó a fumar después de dar de alta la póliza. En el lado opuesto encontramos los que sí informaron a su compañía. De entre ellos, dos de cada cinco lo hicieron antes de contratar su seguro, y el resto después.
La investigación, además, desvela que casi el 60% de los fumadores que intenta dejarlo fracasa. En concreto, hasta el 58% de aquellos que han tratado de dejar atrás este nocivo hábito no lo han conseguido. Un dato alarmante si tenemos en cuenta que el consumo de tabaco constituye la primera causa evitable de enfermedad y muerte prematura de nuestro país.
De hecho y según los últimos datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia, el tabaquismo se salda con 52.000 muertes anuales en España; un país donde el 21% de la población todavía fuma a pesar de los cambios legislativos y las restricciones -como la prohibición de fumar en lugares públicos- que se han implantado durante los últimos años.
En concreto, las conclusiones del análisis apuntan que el 41% de quienes han querido abandonar el tabaco sin éxito se ha puesto manos a la obra entre una y dos veces, mientras que el 17% restante ha tratado de hacerlo en más de tres ocasiones. Sin embargo, más allá de las cifras comentadas, el informe arroja un dato muy positivo: que casi ocho de cada diez lo han intentado y ha tomado medidas para conseguirlo. Un primer paso fundamental.
Además, actualmente existen numerosas técnicas para dejar de fumar, desde las llamadas terapias de reemplazo -como los parches de nicotina, chicles, inhaladores y similares-, hasta otros métodos como el psicoanálisis y la hipnosis. Aquí, y al margen de la adicción química, las características del propio individuo son clave. Es decir, el procedimiento deberá adaptarse al tipo de fumador y al sujeto en cuestión.
Encontramos incluso apps móviles para abandonar esta dañina costumbre, y hasta medicamentos específicos que ayudan a inhibir el deseo y los síntomas de la abstinencia. “Además, y en lo que respecta a nuestro sector, algunas aseguradoras como Adeslas, Sanitas y DKV ofrecen a través de sus seguros de salud programas de ayuda para dejar de fumar, que tratan de concienciar a los pacientes y de inculcarles hábitos de vida saludables”, comenta Carlos Brüggemann, cofundador de Acierto.com.
Al margen de los beneficios físicos, el ahorro económico resulta fundamental, sobre todo si tenemos en cuenta el precio de la cajetilla de tabaco, que actualmente ronda los 4,50 euros. Esto vendría a suponer un gasto de unos 1.800 euros anuales para aquellos que consuman alrededor de una al día; y un 14% del presupuesto medio anual de un español. Es decir, que en diez años se ahorrarían más de 18.000 euros solo en cigarrillos.
Si les añadimos costes adicionales como los chicles y pastillas mentoladas contra el mal aliento, los de cambiar las cortinas ennegrecidas por el humo, tratamientos dentales y otros gastos derivados -variables-, la cifra asciende a los 23.557 euros por década. La entidad, además, ha lanzado un nuevo comparador de salud y ahorro que permite personalizar el cálculo del ahorro potencial en función del nivel de consumo, la edad y el sexo de los interesados. La herramienta arroja también información sobre cuánto se reducirían las posibilidades de muerte por cáncer y paro cardíaco entre aquellos que abandonaran el tabaco.