Las vías fluviales y los océanos son fundamentales para la vida en la tierra y la economía mundial, y cada vez hay más conciencia de la necesidad de utilizar estos recursos de forma más sostenible. La ONU define el uso sostenible de los recursos oceánicos y de agua dulce para fomentar el crecimiento económico y los medios de vida como la “economía azul”.
La economía azul a nivel mundial tiene un valor estimado de 2,5 billones de dólares anuales, según la UNCTAD, equivalente en tamaño a la séptima economía más grande del mundo, y se espera que supere los 3 billones para 2030. Incluye sectores que van desde el suministro de agua y el saneamiento sostenibles y eficientes a los productos químicos y plásticos amigables con el océano, la pesca, la producción de energía renovable en alta mar, el turismo sostenible y la restauración del ecosistema marino.
El papel de los seguros en la economía azul
La Corporación Financiera Internacional (IFC) ahora ha definido un término relacionado, «finanzas azules», como las actividades financieras que apoyan el desarrollo sostenible de proyectos amigables con el océano y la protección de recursos críticos de agua limpia, con base en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. .
Las finanzas azules están destinadas a financiar la economía azul al tiempo que reducen las emisiones de carbono y la contaminación que tales actividades pueden producir, mejoran la eficiencia del uso de la energía y los recursos naturales y protegen la biodiversidad. Creemos que los seguros tienen un papel clave que desempeñar en la transferencia y absorción de los riesgos que enfrentan estos sectores y actividades.
El objetivo del sector asegurador
El seguro en este contexto tiene como objetivo proteger contra peligros asegurables en ecosistemas marinos y de agua dulce, y permitir el desarrollo de la economía azul. Con su tamaño actual, si la economía azul estuviera asegurada en la misma medida que la propiedad, Swiss Re Institute estima que podría equivaler a un potencial de prima de alrededor de 100.000 millones de dólares anuales en todo el mundo hoy y 120.000 millones para 2030.
China ha establecido ambiciones de innovación, desarrollo económico coordinado, verde, abierto y compartido en sus planes de implementación nacional (quinquenal) y otras estrategias de desarrollo a mediano y largo plazo. Mediante el uso de las Directrices de Finanzas Azules de IFC y el marco regulatorio de seguros verdes de China, la compañía identifica los riesgos físicos y de transformación asegurables asociados con el desarrollo de proyectos amigables con el océano y el agua dulce y la protección de recursos críticos de agua limpia.
Estos riesgos se analizan principalmente en este informe en función del contexto chino, aunque dichas exposiciones pueden ocurrir a nivel mundial. El documento expone ocho factores de riesgo principales que se incluyen en estas dos categorías. Bajo riesgos físicos: desastres naturales, ecología natural y contaminación ambiental, riesgos tecnológicos, aumento del nivel del mar y riesgos de acidificación de los océanos. Bajo riesgos de transición: requisitos reglamentarios, propiedad intelectual, cambio de formato de productos y servicios, y evolución de los comportamientos y la demanda de los clientes.
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