Nuevos riesgos: la próxima crisis podría ser tecnológica

Nuevos riesgos: la próxima crisis podría ser tecnológica.

Las amenazas vinculadas a la inteligencia artificial han irrumpido como un meteorito en el panel de riesgos de los expertos mundiales de la X edición del Informe de Riesgos Futuros, pasando de la 14ª posición en 2022, al 4º puesto. Esta es una de las principales conclusiones de la encuesta mundial realizada por IPSOS para el Grupo AXA a un panel de 4.500 expertos de 50 países.

«Los riesgos existen. Tanto es así que, según nuestro Informe, el 60% de la gente piensa que nuestra sociedad necesita correr riesgos para progresar. Ahora bien, el futuro no debería ser uno de ellos. Llevamos una década realizando un mapeo que nos permita estimar y gestionar pérdidas futuras y proteger a las personas y los bienes, que es el core de nuestra actividad,» asegura Olga Sánchez, consejera delegada de AXA España.

Crece el riesgo de una crisis global tecnológica

Los expertos advierten de que, a la pandemia, las guerras y los desastres naturales, le puede suceder una crisis global provocada por los avances tecnológicos. A medida que las sociedades se vuelven cada vez más dependientes de la infraestructura digital, también aumentan las vulnerabilidades a los ciberataques y las disrupciones tecnológicas. La ciberseguridad, que asciende este año un puesto, es el segundo mayor riesgos para los expertos mundiales (por debajo del cambio climático, que ocupa la primera posición) y el tercero para la población mundial.

Los cinco riesgos que mayor evolución han experimentado en el ranking mundial, tanto en el grupo de expertos como entre la población en general, han sido, además de la mencionada inteligencia artificial y las tecnologías disruptivas; los riesgos éticos relacionados con el uso de la tecnología, y los riesgos económicos y laborales vinculados a esta. En relación a este último precisamente, el temor a que la inteligencia artificial desplace o sustituya empleos a gran escala ha aumentado del 33% al 37%, hasta colocarse en la 12ª posición del ranking mundial. Una posición que en los países asiáticos, tradicionales avanzadillas de la adopción tecnológica, asciende hasta la 9ª.

España, en la tendencia

España tampoco es ajena a estas amenazas. El porcentaje de la población que en 2020 consideraba que los avances tecnológicos generan más riesgos de los que resuelven era del 37%. Este año es del 47%. Un porcentaje que a nivel mundial asciende al 50%.

Poniendo de nuevo el foco en la inteligencia artificial, el 64% de los expertos y el 70% del público general de todo el mundo cree que se debería hacer un alto en su investigación y desarrollo hasta lograr un consenso legislativo sobre su utilización. Un porcentaje que, en el caso de la población española, se eleva hasta el 73%. En la encuesta de 2022, la respuesta con más adeptos para hacer frente a los retos de la inteligencia artificial (46%) fue colaborar con el sector privado. Este año ha sido la necesidad de regulación, con el 48%. Un cambio muy similar al que se ha producido con otros riesgos relacionados con la tecnología, como la realidad aumentada, los sistemas inteligentes y autónomos, las criptomonedas y las Fintech.

Las amenazad que esconde la IA

Por otro lado, de todas las amenazas futuras a las que se enfrenta el planeta, la inteligencia artificial es para la que menos están preparadas las administraciones públicas, en opinión de los expertos de todo el mundo. El porcentaje de la población española que piensa así es el 47%.

A tenor del X Informe de Riesgos Futuros, tanto los expertos como el público en general tienen un alto nivel de concienciación sobre las posibles consecuencias que podría tener un ciberataque masivo. El riesgo de paralización de los servicios de salud es el más mencionado (86% de los expertos y 80% del público en general), seguido del riesgo de colapso de los sistemas bancario y financiero (83% de los expertos y 79% del público). Incluso el último riesgo, un ciberataque que cause una catástrofe nuclear o una catástrofe industrial grave, sigue siendo percibido como significativo por dos tercios de los expertos y casi tres cuartas partes de la población general.

Cambio constante

La transformación digital, el calentamiento global y las fracturas geopolíticas se relacionan y entremezclan para crear un proceso de cambio constante en nuestras economías y nuestras sociedades. Y en este contexto, el concepto de riesgo adquiere una nueva dimensión.

Esta creciente conciencia de los riesgos asociados a la inteligencia artificial y la tecnología plantea desafíos importantes para el futuro. La regulación y la colaboración entre el sector privado y las administraciones públicas se presentan como estrategias clave para gestionar estos riesgos emergentes y asegurar un progreso sostenible en la era digital.

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