Pese a la mejora de las perspectivas económicas, los impagos en las empresas españolas todavía representan un desafío persistente para su estabilidad financiera.
La nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum destaca que que las compañías españolas tienen actualmente más de 1,3 billones de euros en pagos o préstamos pendientes de cobro, una cifra que alcanza los 10,5 billones de euros en el total de los mercados europeos encuestados.
En España, el 81% de las empresas tiene deudas pendientes de cobro
Un porcentaje de respuesta ligeramente superior al promedio europeo (79%), y que sitúa a nuestro país como el décimo territorio con mayor proporción de negocios en esta situación.
España comparte posición con Austria, Croacia, Reino Unido y Francia, y supera a Noruega (79%) e Italia (78%). Los porcentajes más altos se han registrado en República Checa (89%), y Alemania, Serbia y Suiza, las tres con un 83%, mientras que al otro extremo estarían Irlanda (75%) y Bélgica (74%), con las cifras más bajas.
Esta acumulación significativa de deudas pendientes refleja las dificultades que enfrentan muchas empresas para gestionar eficazmente sus finanzas. En consecuencia, según el Informe Europeo de Pagos, el 38% de las entidades analizadas en España ha tenido que cancelar deudas incobrables utilizando parte de sus ingresos.
De estas organizaciones, el 48% se lamenta de no haber mejorado sus prácticas de cobro para evitar llegar a este punto en el último año fiscal. De igual modo, el 29% cree que tendría que haber prestado mayor atención a los retrasos tempranos y al 28% le hubiera gustado realizar una mayor evaluación del riesgo crediticio. Unas cifras que subrayan la importancia de ajustar las estrategias financieras y de cobro para mitigar el riesgo de impagos y asegurar la salud financiera del negocio.
La capacidad de pago de los clientes
El porcentaje de compañías preocupadas por la capacidad de pago de sus clientes es del 67%, una cifra superior al 65% registrado en 2023 y al 64% de 2022.
Sin embargo, a pesar del aumento de esta preocupación, el estudio elaborado por Intrum revela que la proporción de empresas que prevé un incremento en el riesgo de retrasos o impagos ha disminuido del 67% al 60%, un cambio que podría indicar una ligera mejora en las expectativas empresariales. No obstante, la cifra sigue siendo elevada, situándose por encima de la media europea (58%), y de potencias económicas como Italia (57%), Francia (56%) y Alemania (55%).
Al consultar a la muestra analizada sobre los desafíos que afectarán a la capacidad de pago de sus clientes durante el próximo año, el principal reto identificado es que estos clientes vean amenazado su flujo de caja por la dificultad financiera de sus propios deudores, con un 63%. Le siguen el impacto de los elevados tipos de interés (59%), los problemas de abastecimiento en la cadena de suministro (59%), la regulación y el compliance (55%) o la alta inflación (54%).
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