Cuatro años después del punto álgido de la pandemia de COVID-19, muchos países aún registran niveles elevados de exceso de mortalidad en comparación con los niveles previos a la pandemia. Según el informe *El futuro del exceso de mortalidad después de la COVID-19* del Instituto Swiss Re, si no se mitiga el impacto continuo de la enfermedad, las tasas de exceso de mortalidad en la población general podrían mantenerse hasta un 3% por encima de los niveles previos a la pandemia en Estados Unidos y un 2.5% en el Reino Unido para el año 2033.
Paul Murray, CEO de Reaseguro de Vida y Salud en Swiss Re, declaró: «La COVID-19 está lejos de haber terminado. En 2023, Estados Unidos reportó un promedio de 1,500 muertes semanales por COVID-19, comparable a las muertes causadas por fentanilo o armas de fuego. Si esto continúa, nuestro análisis sugiere un posible escenario de exceso de mortalidad elevado durante la próxima década. Sin embargo, es posible volver a los niveles previos a la pandemia mucho antes. El primer paso es controlar la COVID, con medidas como la vacunación de las poblaciones vulnerables. A largo plazo, los avances médicos, el retorno a los servicios de salud regulares y la adopción de estilos de vida más saludables serán claves.»
Qué es el exceso de mortalidad
El exceso de mortalidad es una medida que refleja el número de muertes por encima de un nivel esperado en una población determinada. Normalmente, debería rondar el 0%, ya que las principales causas de muerte se mantienen relativamente estables en el tiempo. Sin embargo, desde la pandemia, este no ha sido el caso y el exceso de mortalidad sigue por encima de los niveles previos. En 2021, el exceso de mortalidad alcanzó el 23% por encima del nivel de 2019 en Estados Unidos y el 11% en el Reino Unido. En 2023, se mantuvo elevado, en un rango del 3-7% en EE.UU. y del 5-8% en el Reino Unido.
El informe de Swiss Re advierte que, si los factores subyacentes continúan, el exceso de mortalidad podría mantenerse en niveles tan altos como un 3% en Estados Unidos y un 2.5% en el Reino Unido hasta 2033. La principal causa de este exceso de mortalidad es la persistencia de las enfermedades respiratorias, incluyendo la COVID-19 y la gripe, así como otras causas como enfermedades cardiovasculares, cáncer y afecciones metabólicas.
Escenarios optimistas requieren avances médicos
El informe también plantea un escenario optimista en el que las tasas de exceso de mortalidad podrían volver a los niveles previos a la pandemia para 2028. En este escenario, los avances médicos, como las inyecciones para la pérdida de peso y las vacunas personalizadas de ARNm contra el cáncer, junto con una disminución en el impacto de la COVID-19 y hábitos de vida más saludables, serían clave para lograrlo.
Impacto indirecto de las enfermedades cardiovasculares
La interacción entre la COVID-19 y las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares es significativa.
El virus no solo impacta directamente, contribuyendo a causas de muerte como la insuficiencia cardíaca, sino que también ha tenido un impacto indirecto al interrumpir los sistemas de salud, lo que ha generado retrasos en pruebas y cirugías esenciales, lo que ha dificultado el diagnóstico y tratamiento de afecciones como la hipertensión.
Implicaciones para los aseguradores
El exceso de mortalidad es un indicador importante para las aseguradoras, ya que los cambios en las principales causas de muerte pueden requerir una reevaluación del riesgo en sus carteras de mortalidad.
Si bien los niveles actuales de exceso de mortalidad son motivo de preocupación, las aseguradoras cuentan con herramientas para gestionar esta tendencia, como la adaptación de sus políticas de suscripción y la implementación de programas de prevención para los asegurados, con el objetivo de promover vidas más largas y saludables.
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