El INSTITUTO SANTALUCÍA, en colaboración con SECOT, ha publicado el informe “Preparación emocional para la jubilación”, elaborado por Bárbara Rey Actis, fundadora de Longevity Initiatives. Este estudio analiza de forma integral la transición a la jubilación desde una perspectiva teórica y práctica, ofreciendo herramientas concretas para afrontar esta etapa vital, que puede extenderse hasta tres décadas debido al aumento de la esperanza de vida.
El informe destaca que la jubilación ya no debe percibirse como el final de la vida laboral, sino como una etapa de nuevas posibilidades. Según Rey Actis, “sin una adecuada preparación emocional, esta fase puede conllevar sentimientos de insatisfacción, desconexión social y pérdida de propósito”. Además, el documento analiza el impacto demográfico y social de una población jubilada en constante crecimiento y la necesidad de adaptar los servicios para satisfacer sus demandas.
La jubilación, una etapa vital en transformación
El concepto de jubilación ha evolucionado, pasando de ser un retiro definitivo a convertirse en una fase cargada de nuevas oportunidades.
Sin embargo, las percepciones varían: mientras que algunos ven la jubilación como una recompensa tras años de esfuerzo, otros la asocian con preocupaciones económicas o pérdida de propósito. Por ello, el informe subraya la importancia de planificar esta transición de forma consciente, ajustando las expectativas a la realidad para disfrutar plenamente de esta nueva etapa.
Factores clave para una adaptación positiva
El estudio identifica variables fundamentales para garantizar una transición exitosa, como la voluntariedad del retiro, la estabilidad económica, la salud y la planificación previa. Una preparación emocional adecuada contribuye significativamente a una experiencia satisfactoria, mientras que su ausencia puede generar problemas físicos y emocionales, como estrés, ansiedad o tristeza.
Fases de preparación para la jubilación y herramientas prácticas
El informe propone estructurar el proceso de preparación para la jubilación en varias etapas:
1.Autoconocimiento y evaluación personal, para identificar necesidades y circunstancias específicas.
2.Visualización y generación de ideas, validando su viabilidad.
3.Establecimiento de prioridades y planificación concreta.
Entre las áreas a trabajar, se incluyen la redefinición del concepto de jubilación, la exploración de actitudes y sentimientos, y la planificación financiera, de salud y legal.
José Manuel Jiménez, director del INSTITUTO SANTALUCÍA, resume la relevancia de este enfoque: “Ya no se puede ver la jubilación como un hecho aislado en la vida de las personas, sino como un proceso de transición hacia una nueva etapa vital, prolongada y llena de oportunidades. Esta etapa puede resultar movilizadora e inquietante, y el impacto emocional que conlleva es innegable. Es por ello que la preparación emocional para la jubilación se vuelve esencial para garantizar una transición exitosa y enriquecedora”.
Con este informe, el INSTITUTO SANTALUCÍA refuerza su compromiso con el bienestar emocional y el desarrollo integral de las personas en esta importante etapa de la vida.
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