La aseguradora estadounidense Chubb será responsable de pagar las indemnizaciones a los afectados por la gestión irregular de la agencia de valores Q-Renta, según ha dictado una sentencia reciente. Los demandantes, representados por la asociación de usuarios financieros Asufin, reclamaban el pago de deudas pendientes tras el colapso de Q-Renta, según publica elEconomista.
El fallo establece que Chubb, que tenía contratada una póliza de seguro de gestión de activos con la agencia de valores, debe responder por las reclamaciones derivadas de la actividad de gestión patrimonial. Este seguro cubre no solo las demandas relacionadas con la gestión de activos, sino también los daños y perjuicios ocasionados por estas actividades.
Entre los afectados se encuentra un cliente que, a través de Asufin, presentó una reclamación por 82.000 euros. Esta cantidad procede de una sentencia previa que condenó a Q-Renta por no informar de forma adecuada sobre los riesgos asociados a sus inversiones, lo que derivó en pérdidas patrimoniales.
El origen del conflicto con Q-Renta
Q-Renta, una agencia de valores especializada en la intermediación financiera, se vio envuelta en múltiples escándalos tras recibir sanciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Entre las irregularidades detectadas se incluyen manipulación de mercado, sobrevaloración de carteras y una alta concentración de inversiones en el volátil Mercado Alternativo Bursátil (MAB, ahora conocido como BME Growth).
En 2021, la CNMV impuso a Q-Renta una multa de 2,075 millones de euros por conflictos de interés en el asesoramiento de productos financieros. Anteriormente, la agencia ya había recibido otra sanción de 480.000 euros por problemas de iliquidez en dos fondos gestionados. Estas deficiencias llevaron a la compañía a la quiebra, acumulando más de 3 millones de euros en indemnizaciones pendientes a sus clientes.
La sentencia señala que Q-Renta no proporcionó información clara sobre los riesgos de inversión, lo que resultó en importantes pérdidas económicas para sus clientes, entre los que figuran algunas de las grandes fortunas de Cataluña.
Chubb, en el centro de la polémica
Ante la insolvencia de Q-Renta, los afectados dirigieron sus reclamaciones hacia Chubb, la aseguradora con la que la agencia tenía contratada la póliza. En España, Chubb se especializa en seguros para empresas, como responsabilidad civil y líneas financieras, mientras que en Estados Unidos opera también en otras áreas como salud y accidentes.
La sentencia a favor del cliente representado por Asufin sienta un precedente que podría beneficiar al resto de afectados. Según la asociación, esta resolución “abre la puerta” para que más de 30 demandas pendientes prosperen, con una media de 200.000 euros por reclamación.
Chubb deberá ahora hacer frente a esta avalancha de indemnizaciones, que podrían superar varios millones de euros en total.
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