
Coface se compromete con la cultura como motor de desarrollo económico y social a través de un acuerdo de colaboración con la Fundación Joan Miró.
Mediante esta alianza, la aseguradora de crédito se convierte en una de las principales colaboradoras de este centro artístico que en 2025 celebra su 50º aniversario.
Estrategia de responsabilidad social corporativa (RSC) de la compañía
Orientada a generar un impacto positivo en la sociedad y la economía con el respaldo de iniciativas educativas, medioambientales y culturales. Coface apuesta por un sector con un elevado valor añadido, capaz de
- Impulsar la innovación y la creatividad.
- Generar empleo cualificado.
- Dinamizar industrias clave como el turismo, la educación o la tecnología.
- Crecimiento sostenible de la economía.
Visión de la cultura como un motor de transformación y cohesión social
“Más allá de su dimensión artística, el sector cultural contribuye a dinamizar el tejido productivo, promover el talento local y reforzar la competitividad de las economías. Como compañía especializada en la gestión de riesgo comercial, nuestra misión es acompañar a las empresas en su crecimiento. Por ello, creemos que apoyar la cultura es también contribuir a construir un modelo económico más sólido, inclusivo y sostenible”, ha señalado Guillermo Rodríguez, CEO de Coface en España.
La firma del convenio ha tenido lugar en la sede de la Fundación Joan Miró, con la participación de Guillermo Rodríguez y Marko Daniel, director de la entidad. Durante el acto, los asistentes disfrutaron de una visita guiada exclusiva por la colección del artista catalán, uno de los grandes referentes del arte contemporáneo internacional.
“Este acuerdo se formaliza en un momento único, coincidiendo con el 50º aniversario de la Fundación Joan Miró. La vinculación de Coface como Corporate Art Lovers representa un impulso para seguir promoviendo la cultura y acercar el arte a las nuevas generaciones”, ha respaldado Marko Daniel.
La Fundación Joan Miró alberga una de las colecciones más importantes del artista en un edificio icónico diseñado por Josep Lluís Sert, concebido como un espacio abierto y luminoso que fomenta el diálogo entre arte, arquitectura y naturaleza.