Un estudio de Sanitas revela que más del 32% de los españoles evitan sonreír porque no les gusta su sonrisa

Según el estudio Sanitas, más de tres de cada diez españoles (32,2%) afirman que evitan sonreír porque no les gusta su sonrisa.

La sonrisa es una carta de presentación poderosa, pero no todos se sienten cómodos al mostrarla. Según el Estudio Sanitas “La salud bucodental en la era digital: ¿dónde buscamos información y qué nos preocupa?”, más de tres de cada diez españoles (32,2%) afirman que evitan sonreír porque no les gusta su sonrisa. Una preocupación que va más allá de la estética, afectando a la autoestima, la confianza y las relaciones personales y profesionales.

“Una sonrisa con la que nos sentimos cómodos no solo facilita las relaciones sociales, sino que también fortalece nuestra seguridad en distintos ámbitos de la vida”, señala Jorge Buenavida Camarero, psicólogo de Blua de Sanitas.

Este creciente interés ha impulsado la demanda de tratamientos de diseño de la sonrisa, que combinan carillas, blanqueamiento, ortodoncia, contorneado de encías o incluso implantes dentales, con el objetivo de mejorar tanto la estética como la salud bucodental.

Personalización y tecnología, claves del éxito, según Sanitas

Para lograr resultados armónicos y duraderos, el diseño de la sonrisa debe adaptarse a las facciones, estructura bucal y expectativas personales de cada paciente. Así lo explica Michelle Pawly, odontóloga del departamento Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental:

“Cada diseño es único y requiere de profesionales cualificados que utilicen tecnología de vanguardia para obtener resultados óptimos.”

Sin embargo, más allá del tratamiento inicial, el éxito a largo plazo depende del seguimiento continuo.

Por qué el seguimiento es imprescindible

Sanitas Dental destaca tres pilares clave para garantizar la efectividad de los tratamientos:

  • Resultados duraderos: Las revisiones periódicas permiten asegurar que los materiales, como carillas o implantes, se mantienen en buen estado y que la sonrisa sigue siendo funcional y estética con el paso del tiempo.
  • Detección temprana de complicaciones: Problemas como caries, desgaste o afecciones en encías pueden comprometer el resultado del tratamiento si no se detectan a tiempo.
  • Ajuste de tratamientos: Con el envejecimiento o cambios en la mordida, es habitual que se necesiten ajustes. “Los dientes y encías siguen cambiando con el tiempo, incluso después del tratamiento”, añade Pawly.

Además, las videoconsultas dentales, cada vez más utilizadas, permiten realizar un seguimiento ágil y personalizado, especialmente útil para pacientes con agendas complicadas o en zonas con menos acceso a clínicas especializadas.

El diseño de sonrisa es mucho más que una cuestión estética: requiere una estrategia personalizada, tecnología avanzada y un seguimiento profesional constante para garantizar una sonrisa saludable, natural y duradera.

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