
La producción de energías renovables en España ha experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos años, impulsando una transformación histórica del mix energético nacional. Según el último análisis elaborado por Solunion España, la generación renovable alcanzó un récord del 56,8% en 2024 y llegó al 61,6% en marzo de 2025, consolidando a España como uno de los líderes europeos en integración de energía eólica y solar.
Energías renovables: protagonistas del nuevo mix energético
En las últimas dos décadas, España ha multiplicado su capacidad renovable, pasando de un 15% de generación en 2004 a cifras que superan ya el 60%. La energía eólica encabezó la producción en 2024 con un 23%, seguida de la nuclear (19%), mientras que la solar fotovoltaica se situó por primera vez por encima del ciclo combinado, ocupando la tercera posición con un 19,1% del total.
La tendencia se ha confirmado en 2025: en abril, con una baja demanda y una caída significativa de la generación nuclear —provocada por paradas técnicas y razones económicas—, el país se abasteció principalmente de fuentes renovables (solar, eólica e hidráulica), llegando incluso a exportar electricidad durante la Semana Santa gracias a su excedente de energía limpia.
Actualmente, España comparte la tercera posición mundial, junto a Países Bajos y Grecia, en porcentaje de integración de eólica y solar en su mix energético, solo por detrás de Dinamarca y Lituania.
Exportación energética y dependencia del gas
Pese a su baja interconexión energética con el resto de Europa, España registró en 2024 su tercer año consecutivo con saldo exportador, vendiendo electricidad a países como Andorra, Marruecos y Portugal. Sin embargo, Francia ha recuperado su tradicional saldo importador debido a una fuerte bajada de precios en su mercado durante el segundo semestre.
No obstante, el sistema energético español sigue mostrando una alta dependencia del petróleo y del gas natural, con un 66,8% de dependencia energética en 2023. A pesar de una tendencia descendente gracias al autoconsumo y la eficiencia energética, la autonomía sigue siendo un reto estructural.
Retos: precios bajos, almacenamiento y regulación
La fuerte penetración de renovables, sumada a la baja demanda y al descenso en los precios de electricidad, ha provocado un escenario de alta volatilidad que empieza a afectar a la rentabilidad del sector. Las empresas, especialmente las de menor tamaño, ven mermadas sus expectativas de inversión y su capacidad para financiar nuevos proyectos.
En este contexto, el almacenamiento energético se convierte en un desafío clave. Aunque el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) fija como objetivo alcanzar 22,5 GW de capacidad de almacenamiento en 2030, a cierre de 2024 apenas se han instalado 3,4 GW. Esto dificulta el aprovechamiento de los excedentes de producción renovable y aumenta el riesgo de situaciones como el apagón del 28 de abril en España y Portugal, que algunos expertos relacionan con la falta de flexibilidad del sistema.
A ello se suman las limitaciones en infraestructuras de transmisión y la necesidad de una mayor claridad y estabilidad regulatoria, especialmente ante la cancelación de miles de proyectos de desarrollo renovable en curso, lo que pone en riesgo la viabilidad económica de muchas iniciativas.
Insolvencias: repunte entre pymes del sector energético
Aunque el sector energético sigue siendo uno de los menos afectados por insolvencias en España (solo 28 casos en 2024), las previsiones para 2025 apuntan a un repunte del 15%, especialmente entre pequeñas y medianas empresas productoras de fotovoltaica y comercializadoras con menor capacidad operativa. La eliminación de subvenciones y la caída de precios han generado una presión añadida sobre su estabilidad financiera.
Perspectivas moderadamente optimistas de Solunion
A pesar de las dificultades, se prevé un modesto crecimiento de la demanda eléctrica en 2025 (+1,2% a +1,3%), condicionado por la desaceleración económica en la zona euro y la incertidumbre geopolítica. La evolución de los precios del petróleo y del gas también será un factor determinante, con una tendencia a la baja acentuada por el aumento de la oferta por parte de la OPEP+ y la actual guerra comercial entre EE.UU. y China.
El informe concluye que España se encuentra ante una oportunidad histórica para consolidar su liderazgo en renovables, siempre que se aborden de forma decidida los retos estructurales que amenazan la estabilidad y sostenibilidad del sistema energético a medio y largo plazo.
Foto de Pixabay: https://www.pexels.com/es-es/foto/turbina-de-viento-de-metal-gris-33062/