En un entorno donde la digitalización avanza a pasos agigantados, las amenazas cibernéticas se han convertido en una de las principales preocupaciones para empresas de todos los tamaños. Los expertos aseguran que su impacto global en la economía superará con creces los 100 billones de dólares.
La creciente exposición al riesgo digital no solo compromete activos tecnológicos, sino también la operatividad, la reputación corporativa y el cumplimiento regulatorio. Ante este panorama, el ciberseguro emerge como una herramienta imprescindible, y representa al mismo tiempo una gran oportunidad de crecimiento y diferenciación para el canal mediador.
1. Cobertura integral ante un riesgo transversal
Los ciberseguros ofrecen protección frente a múltiples vectores de ataque: robo de datos, ransomware, interrupciones de servicio, suplantación de identidad, brechas de seguridad, entre otros. A diferencia de otras líneas tradicionales, el riesgo cibernético afecta transversalmente a todas las industrias, lo que permite al broker abrir nuevas conversaciones con clientes de cualquier sector. Además, la posibilidad de configurar coberturas modulares permite ajustar la póliza al perfil de riesgo real del asegurado, elevando el asesoramiento técnico del corredor.
2. Impacto económico directo: amortiguar pérdidas significativas
El coste medio de un ciberataque en España superó los 105.000 euros por empresa en 2023, según el “Informe de Ciberpreparación” elaborado por Hiscox. Este tipo de incidentes puede implicar gastos derivados de la recuperación de sistemas, pago de rescates, investigaciones forenses, asistencia legal y sanciones por incumplimiento normativo. Un ciberseguro bien diseñado mitiga ese impacto económico, protegiendo el balance financiero del cliente y ofreciendo al broker argumentos sólidos para justificar la inversión.
3. Preservar la reputación: el activo intangible más valioso
La pérdida de confianza tras una brecha de seguridad puede tener efectos prolongados en la percepción del mercado y en la fidelización de los clientes. Un ciberseguro no solo cubre el daño directo, sino también los costes de comunicación de crisis, relaciones públicas y gestión reputacional. Este respaldo es especialmente relevante en sectores donde la credibilidad es clave (salud, legal, financiero). El broker, al posicionarse como asesor en ciberseguridad, añade valor real en la gestión de riesgos reputacionales.
4. Cumplimiento normativo y exigencias legales
La normativa europea (como el Reglamento General de Protección de Datos – RGPD) impone a las empresas la obligación de proteger los datos personales, bajo riesgo de sanciones que pueden alcanzar el 4% de la facturación anual. Contar con un ciberseguro permite hacer frente a reclamaciones, cubrir sanciones administrativas (cuando sea legalmente posible) y disponer de asesoría jurídica especializada. Para los corredores, esto refuerza su papel como consultores de confianza, con capacidad para alinear protección y cumplimiento normativo.
5. Servicios añadidos que fidelizan al cliente
Además de la cobertura financiera, muchas pólizas de ciberseguro incluyen servicios de prevención y respuesta ante incidentes, como evaluaciones de vulnerabilidad, formación para empleados, simulacros de phishing o asistencia inmediata en caso de ataque. Este enfoque holístico mejora la madurez digital del asegurado y permite al corredor ofrecer un servicio de continuidad, no limitado al momento de la contratación.
6. Un mercado en expansión con baja penetración
A pesar de su creciente relevancia, la penetración del ciberseguro sigue siendo baja en el tejido empresarial español, especialmente entre pymes y autónomos. Según el Observatorio de Ciberseguridad de INCIBE, el 70% de las pymes reconocen haber sufrido algún incidente digital, pero menos del 15% cuentan con una póliza específica de ciberseguro. Esto representa un nicho con gran potencial de desarrollo comercial para el canal mediador, que puede liderar la tarea de sensibilización y acompañamiento estratégico.
Conclusión: una cobertura que responde al presente y anticipa el futuro
El ciberseguro ya no es una cobertura de nicho; es una pieza clave en la gestión de riesgos moderna. Para los brokers, representa una palanca de diversificación, fidelización y asesoramiento especializado. Incluir ciberseguro en la cartera no solo protege a los clientes, sino que también fortalece el posicionamiento del corredor como experto en soluciones de valor añadido.
Es momento de asumir un rol proactivo: impulsar la concienciación, identificar brechas de protección y ofrecer coberturas adaptadas a las nuevas amenazas. Porque, en el mundo digital, la prevención es la mejor inversión. Y el broker, como siempre, es el agente clave para llevar esa protección al mercado.
Telefónica Seguros: un aliado estratégico para el bróker especializado
En este contexto, Telefónica Seguros se consolida como un socio de referencia para los mediadores que buscan ofrecer ciberseguros con garantías técnicas y respaldo especializado. Como parte del Grupo Telefónica, la compañía cuenta con un profundo conocimiento del entorno digital y desarrolla sus productos íntegramente en España, sin adaptaciones foráneas, garantizando un encaje normativo y operativo perfecto. Telefónica Seguros ofrece herramientas tecnológicas para facilitar la gestión al corredor, integraciones API, y soporte técnico y jurídico para acompañar en cada etapa del ciclo de vida de la póliza.