Jubilación reversible, flexible y demorada: alternativas para un retiro adaptado a cada persona

Jubilación reversible, flexible y demorada: alternativas para un retiro adaptado a cada persona

Julio Fernández García, CEO de JubilaME, explica las direncias entre la jubilación reversible, flexible y demorada y las ventajas de cada una de estas modalidades.


El sistema público de pensiones vive un momento clave

La necesidad de garantizar su sostenibilidad, junto con la voluntad de ofrecer mayor libertad a los ciudadanos, ha impulsado modalidades que rompen con la idea tradicional de jubilación como un punto final a la vida laboral. Entre ellas destacan la jubilación reversible, la jubilación flexible y la jubilación demorada.

Estas opciones permiten a los pensionistas adaptar su retiro a sus necesidades económicas, profesionales y personales, con incentivos que buscan prolongar la actividad laboral y reforzar el sistema.

Jubilación flexible: compatibilizar empleo y pensión

La jubilación flexible es una opción ya establecida que posibilita a un pensionista equilibrar su pensión con un empleo a tiempo parcial remunerado. Este sistema, destinado a simplificar el paso de la vida laboral a la retirada, se implementó en 2002, permitiendo combinar la percepción de una parte de la pensión con un trabajo a tiempo parcial, recalculando la pensión cuando cesa la actividad laboral.

Esta disminución de horas de trabajo oscila entre el 25% y el 75% de un trabajo a tiempo completo (desde el 1 de abril de 2025), y la pensión se disminuye en relación con las horas laborales. Para tener acceso a esta modalidad, es imprescindible estar cobrando la pensión por trabajo y que el contrato del nuevo empleado respete los límites de horario fijados.

Una vez concluido el contrato, se recalcula la pensión. El monto de la pensión puede aumentar con la nueva cotización o, si se ha optado por la jubilación anticipada, reducir o suprimir el coeficiente reductor.

Jubilación demorada: más tiempo en activo, más pensión

La jubilación demorada, también conocida como jubilación diferida, es la alternativa de postergar la retirada más allá de la edad habitual para aprovechar ventajas extra en la pensión. Esta opción incentiva a quienes deciden retrasar voluntariamente su retiro más allá de la edad legal.

La jubilación demorada ofrece incentivos económicos:

  • Se otorga un incremento del 4% a la base reguladora por cada año íntegro de retraso.
  • Un abono único, el cual puede fluctuar dependiendo de la base reguladora y los años de cotización.
  • Una alternativa variada, la cual fusiona un porcentaje por cada año de retraso con un abono único.

Esta modalidad ha crecido de forma notable: en 2025 representa ya el 11,4% de las nuevas altas, frente al 4,8% en 2019. La edad media de acceso a la jubilación ha pasado de 64,4 años en 2019 a 65,2 años en 2025.

Jubilación reversible: volver a trabajar tras jubilarse

Está siendo impulsada por el Gobierno como una fórmula voluntaria para que los pensionistas puedan reincorporarse al trabajo a tiempo parcial de manera más extensa y adaptable con estímulos financieros que fortalezcan esta alternativa. Al no estar definida en ningún marco jurídico, sus características no están totalmente establecidas.

Argumentos más relevantes

  • Alteraciones en el horario parcial; el tiempo laboral se fijaría entre el 40% y el 80% en relación con una jornada completa, en contraposición al actual 25% y 75%.
  • Un estímulo extra; para incentivar a los retirados a volver a la actividad laboral, se propone añadir un 10% o 20% de la pensión base al salario que se obtiene. Si la jornada laboral parcial representa entre un 40% y un 60% del total, se añadiría un 10% adicional a la parte correspondiente de la pensión. Si se utiliza entre un 60% y un 80% de la jornada laboral a tiempo parcial, el monto de la pensión compatible con el trabajo aumentará en un 20% adicional.
  • Vuelta íntegra a la vida laboral; la posibilidad de trabajar una jornada completa, renunciando temporalmente al cobro de su pensión.

Esta modalidad se plantea como una vía para mantener activos a los profesionales sénior y aprovechar su experiencia, especialmente en sectores con escasez de talento. El 75% de quienes optan por ella son autónomos, y el 81% son hombres en su mayoría.

La jubilación reversible, flexible y demorada tienen un impacto significativo en el sistema público de pensiones, tanto a nivel individual como colectivo, con un doble efecto. Mayor libertad para el ciudadano, eligiendo cuándo y cómo retirarse adaptando la jubilación a sus necesidades personales o financieras y un alivio importante para el sistema público de pensiones, dotando de un mayor ingreso con jubilaciones más tardías.

En conclusión, podemos decir que, la jubilación en España ya no es un único momento, sino un abanico de posibilidades. Conocerlas, entender sus requisitos y planificarlas con antelación será la clave para disfrutar de una etapa más larga, activa y segura.

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