
El sector alimentario enfrenta riesgos por la guerra comercial, la inflación y las perturbaciones climáticas, con previsiones de menor gasto en alimentos y cambios en el consumo.Según Crédito y Caución, el consumo de alimentos podría reducirse por la subida de precios, mientras el crecimiento económico se ralentiza y aumenta la presión inflacionaria.
El sector de la alimentación podría sufrir el impacto indirecto de la guerra comercial, a pesar de depender más del consumo interno que de la exportación. Las nuevas tarifas arancelarias traerán como consecuencia una ralentización del crecimiento económico y una mayor inflación, repercutiendo en el precio de los bienes y servicios y en la renta de los consumidores.
Crédito y Caución prevé una disminución del gasto en alimentos
La escalada de precios podría significar que los consumidores compren productos con costes más bajos, reduzcan el gasto en alimentos y bebidas no esenciales y mantengan su nivel de consumo en lugar de aumentarlo.
Aunque el escenario previsto para 2025 y 2026 es de disminución de los precios, cualquier escalada de las actuales disputas comerciales podría tener efectos negativos en las cadenas de suministro y elevar el precio de las importaciones agrícolas. Además, las perturbaciones meteorológicas también suponen un riesgo para el sector, ya que podrían afectar al suministro mundial de alimentos y ejercer una presión al alza sobre los precios.
Aumento de la producción mundial de alimentos
El estudio contempla un aumento de la producción mundial de alimentos del 2,4% en 2025 y del 3,1% en 2026. Por regiones, se espera que Asia Pacífico registre tasas de crecimiento superiores a la media, alcanzando el 5% en 2026. En el lado opuesto se sitúa América del Norte, donde la producción crecerá solo un 0,4% en 2025 y un 0,3% el próximo año.
En Europa, la evolución se sitúa por debajo de la media, con un 2,1% este año y un 1,4 % en 2026. Alemania e Italia son los mercados con mejores perspectivas. El consumo privado sigue respaldado por modestos aumentos en empleo y en los salarios, junto con la desaceleración de la inflación, pero la escasez de mano de obra sigue impulsando al alza los salarios.
Los precios de los alimentos siguen estando por encima de los niveles de 2019
A pesar de haber disminuido en los últimos dos años, los precios de los alimentos siguen estando por encima de los niveles de 2019 en toda Europa. Además, los productos orgánicos y artesanales se han vuelto cada vez más populares en Europa occidental, ya que los consumidores muestran cada vez más interés por propuestas saludables y sostenibles. En este sentido, un posible aumento de la inflación y merma en el poder adquisitivo de los hogares son un riesgo para la producción de esta oferta alimenticia.
Otra de las debilidades del sector son los requisitos para cumplir con los estándares de sostenibilidad que conllevan inversión a corto plazo en energía limpia, cadenas de suministro ecológicas, reducción del desperdicio de alimentos y envases sostenibles.
En definitiva, aunque se prevé un aumento de la producción de alimentos para 2025 y 2026, el sector se enfrenta a amenazas vinculadas a la guerra comercial y a cuestiones medioambientales que podrían alterar el escenario base de crecimiento.