
Los jóvenes españoles afrontan crecientes dificultades para construir patrimonio. El nuevo informe del Observatorio del Ahorro, impulsado por la Fundación Mutualidad y Esade, revela que el patrimonio neto medio de los hogares con cabeza de familia entre los 18 y los 40 años apenas alcanza los 5.000 euros, situándose en niveles mínimos y solo ligeramente por encima de los registrados en 2016.
El estudio, titulado “Radiografía de la evolución del patrimonio de los hogares españoles: la dificultad del ahorro para las nuevas generaciones”, fue presentado este miércoles en Madrid y pone de manifiesto una pérdida sostenida de riqueza entre los más jóvenes, motivada principalmente por el desplome del acceso a la vivienda y el estancamiento de las rentas.
El acceso a la vivienda, principal freno a la creación de riqueza para los jóvenes
El informe destaca que dos tercios de los jóvenes de entre 18 y 34 años no tienen vivienda en propiedad, el doble que hace veinte años. En 2002, el 65% de los jóvenes españoles contaba con un inmueble propio; hoy, solo un 35% puede hacerlo.
Paralelamente, los hogares con sustentadores menores de 30 años han visto caer su renta disponible en un 3,6% desde 2008, pasando de cerca de 14.000 euros anuales a unos 13.500. Esta pérdida de poder adquisitivo ha reducido su capacidad de ahorro y, por tanto, su inversión en activos financieros y patrimoniales.
Como consecuencia, la riqueza bruta mediana de los menores de 35 años ha descendido un 75% entre 2002 y 2022. Además, el 80% del patrimonio joven se concentra en activos no financieros, como la vivienda, mientras que solo el 20% corresponde a inversiones financieras más complejas.
“Las nuevas generaciones lo tienen más difícil para acumular patrimonio”
Durante la presentación, Blanca Narváez, directora general de Fundación Mutualidad, advirtió que “las nuevas generaciones no lo tienen fácil para acumular riqueza y patrimonio, y eso impacta directamente en su acceso a la vivienda y su estabilidad futura”. Añadió que “las políticas públicas orientadas a mejorar la capacidad de ahorro de los jóvenes resultan ya imprescindibles”.
Por su parte, Jorge Galindo, director adjunto del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol) y coautor del estudio, destacó que “mientras se trabaja en resolver el enorme problema del acceso a la vivienda, debemos garantizar que los jóvenes tengan acceso equitativo a otros vehículos para construir patrimonio”.
Educación financiera y ahorro automático, claves para revertir la tendencia
El Observatorio del Ahorro propone medidas para restaurar el llamado “ciclo vital” —según el cual las personas jóvenes acumulan riqueza en su etapa laboral y la consumen tras la jubilación— mediante mecanismos de ahorro automático vinculados al empleo o cuentas de largo plazo con aportaciones periódicas, especialmente para personas con bajos ingresos.
Asimismo, el informe subraya la importancia de la educación financiera como pilar para la autonomía económica de los jóvenes. En esta línea, la Fundación Mutualidad desarrolla el programa “Finanzas con Impacto”, que desde 2022 ha formado a más de 400 jóvenes profesionales en cultura del ahorro y planificación financiera, y que ahora amplía su alcance con nuevos contenidos en formato audiovisual.
Un compromiso con la igualdad de oportunidades
El estudio emplea datos del Panel de Hogares del Instituto de Estudios Fiscales, la Encuesta Financiera de las Familias (EFF) y la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), ofreciendo una radiografía precisa de la evolución del ahorro y la movilidad social en España.
A través de este trabajo, la Fundación Mutualidad reafirma su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente con los relativos a la educación de calidad, la reducción de desigualdades y el trabajo decente.
“Garantizar que los jóvenes puedan ahorrar y acceder a oportunidades reales de crecimiento patrimonial no solo es una cuestión económica, sino de justicia social e igualdad intergeneracional”, concluye el informe.