El consumo de alcohol representa el 4,7% de todas las muertes a nivel mundial

El consumo de alcohol representa el 4,7% de todas las muertes a nivel mundial

La OMS advierte que 2,6 millones de muertes anuales se deben al consumo de alcohol, afectando principalmente a jóvenes de 15 a 49 años. En España, el alcohol es la droga más consumida entre estudiantes de 14 a 18 años, con alto índice de consumo en el País Vasco.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que, cada año, unas 2,6 millones de muertes son atribuibles al consumo de alcohol, lo que representa el 4,7% de todas las muertes, afectando principalmente al rango de edad entre 15 y 49 años, donde se concentra el mayor consumo perjudicial y el impacto en salud es más importante.

Blanca Sampedro, especialista en enfermedades del hígado del Centro Vasco de Aparato Digestivo (CVADI) y las clínicas IMQ

«Pero el consumo de alcohol no sólo se asocia a mortalidad, sino también a discapacidad, siendo el principal causante de pérdida de años de vida ajustados por discapacidad a nivel mundial, por ejemplo, a causa de un accidente doméstico o de tráfico o por autolesiones o lesiones a otros. Además, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y padecer trastornos de salud mental».

Trastorno por consumo de alcohol (TCA)

Se conoce como trastorno por consumo de alcohol (TCA) a la capacidad disminuida de detener o controlar el consumo del alcohol a pesar de las consecuencias adversas sociales, ocupacionales o de salud. El inicio del consumo de alcohol en edades tempranas (menores de 15 años) se ha asociado a un mayor riesgo de trastorno por consumo de alcohol. «En el ámbito mundial, una mayor proporción de hombres que mujeres consumen alcohol, y su nivel promedio de consumo también es significativamente mayor, pero en adolescentes el consumo es mayor en las mujeres que en los hombres».

Consumo saludable de alcohol

Tradicionalmente, el consumo saludable de alcohol se había cifrado en unos 20 g (2 unidades) al día en mujeres (una unidad sería equivalente a una copa de vino o una lata de cerveza y serían unos 10 gramos) y en 30 gramos (3 unidades) en hombres. No obstante, la Dra. Sampedro recuerda que estudios más recientes, publicados en The Lancet en 2016 y 2022 «han demostrado que el nivel de consumo de alcohol que minimiza la pérdida de salud permanece en cero o muy cerca de cero para varios grupos de población, particularmente los adultos jóvenes».

La situación en España y País Vasco

En España, el alcohol es la droga más consumida entre los estudiantes de entre los 14 y 18 años, tres cuartas partes de estos adolescentes refieren haber bebido alguna vez y más de la mitad lo han hecho en los últimos 30 días.

En cuanto a País Vasco, es una de las zonas con mayor consumo de alcohol en este rango de edad. Es la zona con mayor nivel de borracheras en el tramo de los últimos 30 días (23,1%) en el conjunto de las comunidades autónomas. Además, el consumo en mujeres (78%) es superior al de los hombres (74%) en este rango de edad.

Leve reducción del consumo de alcohol

Aunque se ha detectado una leve reducción del consumo de alcohol, la edad de inicio de consumo de alcohol (13 años) y la edad a la que reconocen consumir alcohol semanalmente (15 años) han permanecido estables en los últimos 30 años.

Pero no sólo influye la cantidad de alcohol consumida, sino también el patrón de consumo. El patrón de consumo conocido como “en atracón” o “binge drinking”, que corresponde al consumo de cinco o más bebidas (hombres) o cuatro o más bebidas (mujeres) en aproximadamente dos horas, se ha definido como uno de los que más daño hepático produce. Es el patrón de consumo típico de los “botellones” que realizan muchos jóvenes los fines de semana y que uno de cada cuatro adolescentes españoles reconoce realizar.

Minimizar el consumo entre los jóvenes

Ante esta situación, la especialista en enfermedades del hígado del Centro Vasco de Aparato Digestivo y las clínicas IMQ enfatiza que es necesario priorizar las intervenciones dirigidas a minimizar el consumo de alcohol entre adolescentes y adultos jóvenes y establecer medidas disuasorias, «como el importe de las bebidas o las sanciones a la venta de alcohol a menores».

«Es este grupo de edad el que presenta un mayor consumo, pero también un mayor efecto nocivo de dicho consumo, con mayor riesgo de desarrollar o empeorar enfermedades crónicas ya existentes, como la hepatopatía o los problemas cardiovasculares. Además, el efecto de estas enfermedades tendrá una consecuencia mayor en el empeoramiento de su salud y su calidad de vida», indica la Dra. Sampedro.

«Es preciso concienciar de las consecuencias del consumo de alcohol, como accidentes (mortales y no mortales), riesgo de discapacidad; riesgo de adicción; de intentos autolíticos y de lesiones a otros, que tienden a ignorarse y banalizarse cuando se habla sobre el consumo de alcohol en estos rangos de edad. Se ha normalizado el consumo en menores y adultos jóvenes, obviando el impacto del consumo de alcohol en estos grupos de población, que son los más perjudicados y que tendrán mayores consecuencias a medio plazo», concluye la especialista de IMQ.

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