
HDI Global ha advertido del creciente impacto de los denominados riesgos secundarios —como inundaciones, granizo o incendios forestales— y de la tendencia de muchas empresas a infravalorarlos, pese a que pueden provocar graves daños materiales y prolongadas interrupciones del negocio. Así lo ha señalado la compañía en una nota difundida desde Hannover.
Según explicó Wiebke Cundill, responsable del área de Análisis de Riesgos Naturales y Climáticos de HDI Global, a diferencia de grandes catástrofes como terremotos u huracanes, los riesgos secundarios suelen percibirse como menos severos. Sin embargo, su frecuencia es mayor en determinadas regiones y resultan más difíciles de prever, lo que incrementa su peligrosidad para instalaciones productivas e infraestructuras críticas como el suministro energético, la logística o los sistemas IT.
Las 5 medidas de HDI Global
Ante este escenario, la aseguradora destaca cinco medidas clave para ayudar a las empresas a identificar sus vulnerabilidades y fortalecer su resiliencia a largo plazo.
La primera pasa por analizar cada emplazamiento de forma individual. Cada centro presenta exposiciones distintas —desde el riesgo de inundación por proximidad a un río hasta deslizamientos de tierra en zonas elevadas—, por lo que es esencial una evaluación específica. Herramientas digitales como ARGOS 4.0 o EarthScan permiten realizar análisis iniciales basados en datos históricos, modelos climáticos y proyecciones hasta el año 2100, ofreciendo una base sólida para la toma de decisiones.
El segundo paso consiste en identificar y priorizar las áreas más sensibles de cada instalación, como sótanos, salas IT, líneas de producción o almacenes de materias primas de alto valor, así como las conexiones con proveedores energéticos y logísticos. Una priorización estructurada facilita la protección de los activos esenciales y debe revisarse periódicamente, dado que los procesos y las condiciones de las plantas pueden cambiar con el tiempo.
HDI Global insta al conocimiento del riesgo
La prevención constituye la tercera clave. El conocimiento del riesgo debe traducirse en medidas organizativas, estructurales y técnicas, como sistemas de drenaje, protecciones antirretorno o defensas móviles contra inundaciones. Cumplir con los estándares de edificación vigentes y disponer de planes de emergencia y evacuación actualizados resulta fundamental para reducir pérdidas y evitar paradas operativas.
En cuarto lugar, HDI Global subraya la importancia de apoyarse en socios especializados. La colaboración con expertos en ingeniería de riesgos, como los equipos de HDI Risk Consulting, permite a las empresas interpretar correctamente los análisis, definir medidas concretas y recibir asesoramiento estratégico, incluso en decisiones de inversión o selección de nuevos emplazamientos.
Por último, la compañía insiste en la necesidad de mantener una gestión dinámica del riesgo mediante soluciones digitales y revisiones periódicas. Los riesgos climáticos evolucionan y requieren una monitorización continua basada tanto en datos históricos como en proyecciones futuras, de modo que las medidas de protección puedan adaptarse a tiempo.
“Subestimar los riesgos secundarios pone en peligro activos clave y la continuidad del negocio”, concluye HDI Global. Con una gestión sistemática, inversiones preventivas y el apoyo de herramientas digitales y socios especializados, las empresas pueden reducir significativamente las pérdidas y reforzar su capacidad de respuesta frente a fenómenos meteorológicos extremos.