La vivienda se afianza como pensión complementaria ante el bajo nivel de ahorro de los mayores en España

La vivienda se consolida como la nueva pensión complementaria, ante la limitada liquidez de la población sénior, según Jubenial.

España cuenta ya con cerca de 10 millones de personas mayores de 65 años, una cifra que seguirá creciendo de forma acelerada en los próximos años. Según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en apenas 15 años una de cada tres personas superará esa edad, un escenario que está transformando los modelos tradicionales de ahorro y jubilación.

En este contexto, la vivienda se consolida como la nueva pensión complementaria, ante la limitada liquidez de la población sénior. De acuerdo con el Banco de España, aunque más del 90% de los mayores es propietario, el ahorro medio disponible no supera los 50.000 euros, lo que convierte al patrimonio inmobiliario en la principal vía para reforzar la estabilidad económica durante la jubilación.

La licuación patrimonial gana peso

Fórmulas como la nuda propiedad, la renta vitalicia, la renta temporal o la venta con alquiler vitalicio están creciendo con fuerza en España, con incrementos de hasta el 20% anual en algunas comunidades autónomas. Estos modelos permiten transformar el valor de la vivienda en ingresos recurrentes o liquidez inmediata sin necesidad de abandonar el hogar, combinando bienestar para el propietario y rentabilidad para el inversor.

Según datos internos de Jubenial, el interés por estas soluciones se ha disparado, con un crecimiento del 57% en las solicitudes de propietarios en el último año en ciudades como Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia, Zaragoza o Bilbao. Esta evolución confirma que la licuación patrimonial empieza a formar parte de la planificación financiera de la jubilación en España.

Rentabilidad con impacto social

La rentabilidad media de una inversión en nuda propiedad se sitúa entre el 5% y el 7%, en función de la edad del usufructuario y de la ubicación del inmueble. No obstante, los expertos destacan que el atractivo de este modelo va más allá del retorno financiero.

“En este modelo, la vivienda se convierte en bienestar. Los mayores mejoran su calidad de vida sin perder su hogar, y los inversores obtienen un activo sólido con un propósito social claro”, explica Víctor Tostado, cofundador de Jubenial.

Este enfoque se enmarca dentro del crecimiento de la llamada economía de la longevidad, que impulsa nuevas fórmulas de inversión vinculadas a los activos inmobiliarios de personas mayores de 65 años.

Ética, transparencia y acompañamiento profesional

Los especialistas subrayan que las operaciones con personas mayores requieren acompañamiento profesional, claridad contractual y revisión legal rigurosa, además de sensibilidad emocional y transparencia en la valoración de los inmuebles. En este sentido, plataformas como Jubenial apuestan por procesos supervisados, con análisis financiero en tiempo real y validación legal y fiscal.

“El crecimiento de este mercado ha puesto sobre la mesa el reto de garantizar un modelo justo, transparente y ético para todas las partes”, añade Tostado, quien recuerda que se trata de decisiones patrimoniales que afectan directamente a la seguridad y calidad de vida de las personas mayores.

Un cambio estructural en la jubilación

El auge de la licuación patrimonial responde a tres factores estructurales: el envejecimiento acelerado de la población, unas pensiones que crecen por debajo del coste de la vida y un elevado porcentaje de ahorro inmovilizado en vivienda. Todo apunta a que, en la próxima década, la vivienda se convertirá de forma masiva en la principal pensión complementaria en España.

“El reto ahora es seguir profesionalizando el sector y promover un modelo donde la vivienda siga siendo un activo de estabilidad, bienestar y futuro”, concluye Tostado.

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