
En un contexto marcado por el avance de la inteligencia artificial y la automatización de procesos, ebroker ha querido aprovechar la Navidad para lanzar un mensaje claro: la tecnología es fundamental, pero son las personas las que dan sentido a todo lo que se hace. Con esta premisa, la tecnológica ha puesto el foco en el valor de lo humano como eje central de su felicitación navideña de 2025.
La compañía ha presentado su vídeo de Navidad, una pieza audiovisual que muestra desde dentro cómo el equipo de ebroker afronta el reto de felicitar las fiestas a sus usuarios. A través de una reunión en la que surgen ideas, bromas y debate, el equipo llega a una decisión sencilla pero cargada de simbolismo: escribir una carta a mano.
La Navidad de ebroker
El vídeo refleja cómo esa carta va recorriendo los distintos departamentos de la compañía —Servicio de Atención al Usuario, Tecnología, Negocio, Conectividad Sectorial, Finanzas y Recursos Humanos— incorporando la aportación de cada equipo. Un gesto que refuerza el mensaje de que, incluso en plena era de la inteligencia artificial, a veces lo más innovador es volver a lo esencial y apostar por lo humano.
Este enfoque no se ha quedado solo en el plano audiovisual. ebroker ha llevado la iniciativa un paso más allá con el envío físico de la carta de felicitación en papel, preparada cuidadosamente por el propio equipo. Lejos de tratarse de un gesto nostálgico, la compañía subraya que se trata de una forma de recordar que el vínculo con las personas sigue construyéndose a través de acciones tangibles, incluso en un entorno plenamente digital.
La apuesta por una Navidad más cercana también se ha trasladado al ámbito interno. Durante estas fechas, ebroker ha organizado diversas acciones para reforzar la cultura corporativa y fomentar la conciliación, como la tradicional entrega de la cesta de Navidad, el día de los jerseys navideños y una jornada especialmente dedicada a las familias: el día de los niños en ebroker. En este encuentro, los hijos de los empleados han podido acudir a la oficina para participar en juegos y actividades, así como entregar sus cartas a un paje real, aprovechando las vacaciones escolares.