La Confederación Europea de Asociaciones de Directores (ecoDa) y AIG han publicado un informe paneuropeo sobre el cambiante entorno de los deberes y responsabilidades de los directivos europeos.
El control regulatorio y político de las juntas y consejos de administración de las empresas ha conducido a un aumento de los riesgos y las responsabilidades potenciales a las que se enfrentan los directivos. El impacto de este nuevo entorno también se percibe en el creciente número de siniestros registrados por las pólizas de seguro de administradores y directivos (D&O). El informe ayuda a los consejeros, administradores y miembros de los consejos de las empresas, a comprender mejor el alcance de sus responsabilidades en este complejo y cada vez más desafiante entorno.
La naturaleza de los deberes y responsabilidades de los directores y la manera en que cumplen con ellos puede verse afectada por los diferentes tipos de estructura de cada empresa en toda Europa. Las características de cada sociedad, los holdings, etc. hacen que los litigios sean más complejos. La complejidad en las cadenas de suministro, con empresas que operan en diferentes países, implica que los miembros del consejo tienen que afrontar diferentes marcos jurídicos, regulatorios y culturas empresariales diferentes. Este informe pone de relieve los riesgos específicos con los que se encuentran los directivos en las jurisdicciones europeas y aporta una variedad de estudios transfronterizos y de casos de estudio de varios países.
El informe también analiza cómo el seguro de D&O puede ayudar a los miembros del consejo a gestionar esos riesgos. Abarca una amplia variedad de situaciones, tales como quiebra, insolvencia, responsabilidades penales, y el activismo de los accionistas. También proporciona a los directivos soluciones dirigidas a mantenerles fuera de la línea de fuego de tanto de litigantes como de reguladores.
Roger Barker, presidente del Grupo de Trabajo ecoDa, y director de Gobierno Corporativo, IoD de AIG, afirma que «este informe es una llamada de atención para los directivos. Los miembros del Consejo tienen que asegurarse de que disponen de las habilidades y conocimientos adecuados, antes de considerar una posición no ejecutiva. La suposición de que un directivo, no puede ser responsabilizado, si él o ella actuó de buena fe es algo que está cambiando. Ya no es una defensa razonable para un consejero ‘yo no tenía intención de que esto pasara». En lugar de eso, él o ella debe ser capaz de decir: ‘He implementado un sistema adecuado y razonable para protegernos contra esto'».
Por su parte, Mike Pryce, jefe de Gestión de Responsabilidades en Líneas Financieras de AIG menciona que «los miembros del consejo no deben subestimar la naturaleza cambiante de los riesgos a los que se enfrentan. Directivos bien informados, conscientes de su posible responsabilidad personal, estarán mejor preparados para afrontar los desafíos de un entorno cada vez más complejo, denso y jurídicamente complicado, en un entorno basado en el riesgo».