Descubre este y otros contenidos interesantes en el número de marzo de Seguros elEconomista

A la industria del cine norteamericana siempre se le ha conocido como la fábrica de sueños. El rodaje de una película implica a muchos profesionales y siempre se enfrenta a muchos riesgos ¿Quiere saber cómo se protegen de ellos?

Un texto de Diego Fernández Torrealba

En este comienzo de año eventos como la gala de entrega de los Goya en nuestro país o la ceremonia de entrega de los Oscar otorgan si cabe un mayor protagonismo al séptimo arte. Un protagonismo que, por otro lado, no pierde nunca a lo largo del año una industria que da trabajo a millones de personas, mueve billones de euros y dólares y entretiene a más de medio planeta. El cine es posiblemente -junto con el deporte- el sector de ocio que más dinero genera y más interés despierta a nivel mundial.

Muchas personas viven del cine, y no sólo las grandes estrellas (directores, actores), sino los operadores de cámara, guionistas, técnicos de sonido, maquilladores, responsables de vestuario, productores… Conscientes de ello las compañías aseguradoras han elaborado desde hace décadas seguros específicos cinematográficos. Veamos cuáles son sus principales características y coberturas.

Siendo un mundo abierto a muchos inconvenientes, tanto de tipo técnico (incendios, inundaciones, averías en el equipo técnico) como humano (robos, daños físicos a los actores), es importante contar con amplias coberturas que respondan ante la posibilidad de esas malas noticias en el rodaje de una película. Y es que éste puede suspenderse o aplazarse -con la consiguiente pérdida de dinero que supone para la productora- por múltiples causas: la enfermedad o lesión de intérpretes principales o del director, el incendio de un decorado, el robo del equipo técnico…

Los seguros de cinematografía cuentan para ello con coberturas como daños materiales, interrupción de rodaje o la habitual de responsabilidad civil (tanto general y patronal como de los bienes confiados). Suelen ser contratados de manera anual o temporal, en función de lo que esté previsto que dure el rodaje, y están dirigidos como es obvio a las empresas productoras, que son las que invierten dinero en cada proyecto. Ellas son las que deben decidir si contratar un seguro u otro, aunque por fortuna tienen ante sí un abanico amplio de opciones.

Las coberturas de todo seguro de cine que se precie incluyen prácticamente todos los sectores que se nos ocurra puedan encontrarse en riesgo en un rodaje cinematográfico: reparto, material cinematográfico, contenido de oficina, dinero, decorado, vestuario, atrezzo, trabajo artístico… y en ocasiones hasta un apartado de gastos adicionales con el fin de asegurar una protección total.

Aunque estamos centrando este artículo en el mundo del cine, este tipo de seguros son aplicables y extensibles a prácticamente cualquier producción de carácter audiovisual: desde largometrajes a cortometrajes, pasando por películas de animación, documentales, anuncios publicitarios, series y programas de televisión, vídeos musicales, corporativos o educativos… De esa manera se protege el valor de una industria tan poderosa y extensa. Son seguros habitualmente caros dada la gran responsabilidad que las compañías adquieren, pero sin duda resultan necesarios a la hora de iniciar cualquier proyecto en este ámbito.