Según el “Estudio anual sobre Tendencias del Fraude 2016”, elaborado por la AEECF
Siete de cada diez empresas (68,2%) del sector de telecomunicaciones, financieras, automóvil y de créditos al consumo, considera que el fraude ha aumentado durante el último año, mientras que el 18,2% considera que ha permanecido en los mismos niveles, y tan sólo el 13,6% afirma que ha disminuido levemente. Además, el 91% coincide en señalar que una mayor digitalización supone también un reto añadido en la gestión del fraude.
Estos son algunos de las conclusiones que se destacan en el “Estudio anual sobre Tendencias del Fraude 2016”, realizado entre las empresas asociadas de la Asociación Española de Empresas contra el Fraude (AEECF), y pertenecientes a los sectores financiero, telecomunicaciones, automóvil y de créditos al consumo.
Según los resultados del estudio, 3 de cada 4 compañías (algo más del 77%) asegura que su percepción sobre la gestión del riesgo en España es positiva a muy positiva. Este dato contrasta con los datos obtenidos en el año anterior, donde tan sólo un 50% consideraba que esta era buena o muy buena. Por sectores, el sector financiero es donde mayor espacio de mejora existe, ya que tan sólo el 8% de los encuestados considera que el fraude ha disminuido levemente, la cifra más baja de entre los tres sectores encuestados.
En cuanto a la evolución de las tipologías del fraude, cabe destacar que todos los sectores encuestados detectan fraude en primera y tercera persona en su actividad empresarial, con una importante variedad en cuanto a la tipología más comúnmente detectada. Esta realidad es fiel reflejo de las dificultades a las que se enfrentan las empresas a la hora de detectar el fraude de primera persona y demostrar que ha existido fraude por parte de un tercero.
En este sentido, un análisis por sector de las respuestas recibidas muestra cómo el fraude de primera persona incide especialmente en el sector financiero, ya que sus miembros son los que más han señalado que la presencia de este tipo de fraude en su sector es superior al 75%.
En cuanto a las principales barreras que impiden compartir información sobre el fraude entre diferentes sectores, destaca especialmente la barrera legal como principal impedimento para compartir información (algo que destaca el 77,3% de las empresas).
Cataluña, Valencia y Andalucía, comunidades con mayor incidencia de fraude en estos sectores
A la hora de identificar aquellas regiones españolas donde mayor fraude se ha detectado, cerca del 60% coincide en destacar que el fraude no es un fenómeno localizado en España, aunque mayoritariamente destacan 4 regiones como las más comunes en materia de fraude.
En este sentido, Cataluña (72,7%), Comunidad Valencia (68,2%), Andalucía (63,2%), y Madrid (54,5%) son las regiones donde se detecta un mayor fraude. Les siguen las Islas Canarias (22,7%), la Región de Murcia (18,3%), y Galicia (4,5%).
Destaca el hecho de que tan sólo las empresas pertenecientes al sector financiero han señalado a las Islas Canarias como una región donde existe un foco de fraude.
En esta línea, todos los representantes de los sectores de la automoción y telecomunicaciones han señalado a Cataluña como la región donde más fraude perciben. Además, todos los encuestados del sector de las telecomunicaciones coinciden en señalar a la Comunidad Valenciana como la región donde más sufren las diferentes tipologías de fraude. Por otro lado, el 72% de los encuestados pertenecientes al sector financiero también coincide en señalar esta región como un foco común de fraude.
Destaca también el hecho de que el 80% de los encuestados del sector de la automoción han señalado a la Comunidad de Madrid como foco de fraude.
El negocio digital crecerá el próximo año
Los encuestados se muestran divididos en cuanto a sus previsiones de crecimiento de negocio por canales digitales durante el próximo año. Un tercio de los encuestados (31,8%) afirma que su negocio crecerá menos de un 15% en este ámbito, otro tercio (31,8%) indica que crecerá entre un 15% y un 30%, y un 22,7%, considera que el crecimiento del negocio por canales digitales será de entre el 30% y el 45%.
Por sectores, la encuesta indica que no existen grandes diferencias, siendo el sector de la automoción donde se aprecia una menor estimación de crecimiento de negocio a través de los canales digitales.
La digitalización supone un mayor riesgo de fraude para las empresas
La práctica totalidad de las empresas encuestadas considera que la digitalización de sus negocios supone un mayor riesgo de fraude. Esta rotundidad de las respuestas de los encuestados señala que aún queda mucho trabajo por hacer en este ámbito, y la necesidad de reforzar los mecanismos existentes en la actualidad para hacer frente al fraude.
Según Felipe Fernández Atela, presidente de la AEECF, “estos resultados demuestran cómo la compartición de datos a nivel sectorial permite una elevada detección de solicitudes fraudulentas, lo que supone una mejora de la protección tanto de empresas como de consumidores. De hecho, desde 2015 hasta finales de 2016 la prevención estimada de fraude en el sector de las financieras de automoción, por ejemplo, ha subido un 35%”.
Por su parte, Diego Azorín, director general de Bigbank en España y miembro de la asociación señala que “en el caso del sector bancario, uno de los retos más importantes es la detección de fraude que está oculto en la morosidad de cada entidad. Este tipo de fraude es difícil de detectar porque no se demuestran falsificaciones o alteraciones claras en la documentación relacionada con la operación de solicitud de crédito”.
A tenor de los resultados de la “Estudio Anual sobre Tendencias del Fraude 2016”, desde la Asociación Española de Empresas contra el Fraude, se solicita reducir las barreras legales para compartir información: La concienciación sobre la importancia de compartir información como vía para reducir la incidencia del fraude es una realidad incuestionable, sin embargo, todavía existen barreras legales que impiden generar flujos de información entre sectores. Reformar las leyes de protección de datos y permitir la generación de espacios de intercambio de información entre sectores permitirá reducir la incidencia del fraude.
También pide reforzar la colaboración público-privada: Los flujos de información sobre el fraude no sólo se deben generar en el sector privado, sino que cada vez resulta más relevante generar espacios de intercambio de información entre el sector privado y el público. Por ello, desde la AEECF quieren promover un sistema triangular que facilite el intercambio de información entre empresas del mismo sector; empresas de diferentes sectores que se puedan ver afectadas por fraude en sus diferentes formas; y entre el sector empresarial y el sector público.
La AEECF ya cuenta con la autorización de la Agencia Española de la Protección de Datos (APD) para el desarrollo de este nuevo proyecto multisectorial, que permitirá fortalecer los sistemas privados de lucha contra el fraude con inteligencia compartida.
A partir de ahora, compañías de sectores como el financiero, telecomunicaciones y automoción podrán adherirse a esta plataforma para aprovechar los beneficios de la inteligencia compartida en la lucha contra el fraude. Se trata de una experiencia pionera en España.
Según Diego Azorín, “la creación de esta plataforma es un paso muy importante en la lucha contra el fraude. La inteligencia compartida es una de las principales herramientas para poder prevenir la ciberdelincuencia y proteger tanto a ciudadanos como a empresas de su amenaza”.
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