El nadador alicantino es el primer español que logra ese reto
El nadador Jorge Crivillés es ya el primer español que ha cruzado a nado el Canal de Tsugaru en Japón, una de las pruebas que forman parte del desafío internacional de los Siete Océanos. El reto, que tiene fines solidarios a favor de los enfermos de cáncer de Gepac y promueve la investigación oncológica infantil de La Hucha de Tomás, ha contado con el apoyo de la Fundación Asisa.
La prueba consistió en completar el recorrido que une por mar Honsu con Hokkaido, y que hasta ahora solo habían conseguido completar 28 personas en todo el mundo. Tras recorrer 34 kilómetros en 8:29 horas, Crivillés se ha situado en quinto lugar en el ranking de los nadadores de largas distancias que han logrado la hazaña.
Tras una trayectoria en aguas abiertas con retos de envergadura como el Canal de Molokai en Hawái y el Canal de La Mancha, Crivillés ha reconocido que por primera vez ha pensado que no iba a finalizar el trayecto a causa del agotamiento que supone nadar a contracorriente. “No he pensado en ningún momento en abandonar, pero sí en que me acabarían sacando del agua. Ha sido agónico”, explicaba el nadador alicantino.
Un dato útil para comparar el esfuerzo que ha realizado es que, durante las primeras dos horas, con la marea entrante, logró recorrer 10,3 kilómetros, mientras que durante los últimos 45 minutos, con la fuerza del agua en contra, apenas pudo culminar un trayecto de un kilómetro.
Crivillés considera similar la dureza de este reto con el que realizó el año pasado en el Canal de Molokai, en Hawái, donde la presencia de tiburones y olas gigantes convirtieron su llegada a la costa en un calvario de 17:55 horas. “A pesar de ser mucho más corto, ha sido un trayecto de enorme sufrimiento que he peleado en extremo; no tenía noción del tiempo por el hecho de que no avanzaba y he pensado que las fuerzas me iban a fallar de un momento a otro”, afirmó tras completar el reto.
Las complicaciones aumentaron cuando había superado la mitad de la prueba y, poco a poco, fueron empeorando las condiciones adversas. A cuatro kilómetros de la costa, cuando llevaba recorridos más de 25 kilómetros, Crivillés se encontraba luchando dentro de una corriente que le alejaba de su objetivo, por lo que fue necesario desviar el rumbo y encontrar una zona accesible para intentar pisar el cabo donde se encontraba la meta. Al ser imposible alcanzar la costa, una vez más, tanto el capitán como la organización optaron por localizar un tercer punto de llegada.
A pesar de la dureza de la prueba, el nadador, que siempre ha comparado su lucha en el mar con la que mantienen día a día los pacientes oncológicos, asegura que no cambiará sus objetivos y que el año próximo realizará el cruce del Mar del Norte, entre Irlanda y Escocia. Su fin será obtener la quinta de las pruebas incluidas en el reto de los Siete Océanos, su máxima aspiración en el mundo de las largas distancias en el mar. Crivillés ya ha completado cuatro pruebas, tras cruzar, además de Tsugaru, los canales de La Mancha, Santa Catalina y Molokai.
Jorge Crivillés tiene 46 años y conoció el mundo de la natación de aguas abiertas en el año 2009 a causa de una lesión de espalda. Junto a un grupo de nadadores, en 2010 realizó su primera travesía cruzando el Estrecho de Gibraltar y crearon el Club de Natación RC7 de Alicante.