Ambas instituciones difunden un vídeo y un tríptico con recomendaciones para evitar este tipo de movimientos y aconsejan a los padres y cuidadores no agitar bruscamente al niño para calmar su llanto incontrolado
Las unidades de Neurología y Neuropsicología Infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre, en colaboración con la Fundación Mutua Madrileña, han lanzado una campaña de concienciación para alertar sobre los peligros de zarandear a un bebé cuando se intenta consolar su llanto, especialmente durante el primer año de vida.
Conocida como Síndrome del Niño Zarandeado o Trauma Craneal No Accidental (TCNA), puede ocasionar al bebé graves lesiones y secuelas como problemas de visión, fracturas costales, asfixia e incluso el fallecimiento. Por este motivo, han editado un vídeo y un folleto informativo dirigido a padres y cuidadores con recomendaciones para actuar ante estas situaciones complejas.
El síndrome se caracteriza por la presencia de hemorragia intracraneal y retiniana, edema cerebral y posibles fracturas óseas ocultas, aunque paradójicamente no existan signos externos traumáticos o sean apenas perceptibles.
Los especialistas del Hospital 12 de Octubre explican que este tipo de movimientos realizados por adultos no suelen ser premeditados y ocurren en momentos de desesperación ante la imposibilidad de calmar al bebé. Aunque el síndrome puede tener lugar en todos los niveles socioeconómicos y culturales, son factores de riesgo la juventud de los padres, el aislamiento social y familiar, los embarazos no deseados y los niños irritables o con problemas de neurodesarrollo.
Sin embargo, en su opinión, un bebé sano puede llorar durante horas. El llanto evoluciona siguiendo una curva que comienza a las dos semanas de vida, tiene un pico a los 2 o 3 meses y disminuye a partir de los 4 o 5 meses de edad. Este periodo es el que se conoce como “período del llanto inconsolable” o “cólico del lactante” y se caracteriza por estar fuera de control, se presenta con gestos de dolor y suele ocurrir por la tarde o durante la noche.
Los expertos destacan que este llanto es normal y no siempre indica que exista una necesidad o dolor, ni una alergia alimentaria o mala digestión. Por ello aconsejan alternativas como acercarlo al pecho o pasearle para intentar calmarle. Si aun así no encuentra consuelo, recomiendan que, tras comprobar que no tiene hambre, frio o calor y que el pañal está limpio, dejarlo en la cuna boca arriba y controlar cada 10 o 15 minutos que continúa bien.
Investigación sobre casos diagnosticados
Gracias a la ayuda a la Investigación Científica en Materia de Salud de la Fundación Mutua Madrileña, los especialistas del Hospital 12 de Octubre han iniciado un estudio para evaluar los casos de niños con diagnóstico de TCNA —24 casos con una edad comprendida entre uno y ocho meses, de los que cuatro fallecieron— atendidos en el hospital desde el año 2002. El 91% precisó ingreso en UCI Pediátrica, un tercio necesitó intervención neuroquirúrgica. De los supervivientes, 14 han requerido seguimiento por secuelas neurológicas mayoritariamente graves.
Se trata de una investigación especialmente relevante, pues “no existen datos epidemiológicos en España, ni se llevan registros oficiales en ninguna Comunidad”, destaca Rogelio Simón, Jefe de Sección de Neurología Infantil del Hospital 12 de Octubre de Madrid.