En España se producen anualmente entre 15.000 y 20.000 paros cardíacos. La tasa de supervivencia se sitúa en torno a un 10%. Esta cifra podría incrementarse entre 2 y 4 veces si el nivel de sensibilización y formación en maniobras de reanimación, soporte vital y primeros auxilios fuera mayor.
Sin embargo, en la actualidad, sólo 4 de cada 10 adultos (39,2%) reconoce sentirse capacitado para responder ante este tipo de emergencias, un porcentaje similar al número de ciudadanos (41,3%) que en caso de necesidad admite no saber utilizar un desfibrilador automático y que desconoce (34,7%) que el número único de emergencias europeo es el 112.
Son algunas de las conclusiones del informe Conocimiento de la sociedad española en maniobras básicas de soporte vital y actitud ante las emergencias, presentado por Fundación Mapfre y Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
El informe, fruto de 1.500 encuestas, pone de manifiesto otros datos de interés. Siete de cada 10 encuestados (75,6%) considera “insuficiente” o “muy insuficiente” la formación de los españoles en primeros auxilios, un dato relevante si se tiene en cuenta que casi 4 de cada 10 (38,5%) ha tenido que prestar alguna vez ayuda a una persona que lo necesitaba. La situación a la que más se han tenido que enfrentar los ciudadanos es el desvanecimiento (63,5%), atragantamiento (43,8%), hemorragia abundante (35,6%) y parada cardiaca (18,4%).
Más formación y sensibilización
Esther Gorjón, directora del informe y responsable de enfermería de SEMES ha destacado que, a pesar de que el conocimiento sobre maniobras de soporte vital de la población española y su capacidad de responder ante una situación de emergencia ha aumentado en los últimos años, todavía estamos lejos de las cifras de otros países europeos.
Ha hecho hincapié en la necesidad de la implementación de un plan nacional de formación y sensibilización en medidas de soporte vital, programas de desfibrilación pública, RCP telefónica y campañas públicas de difusión. “Todo ello, ha indicado, contribuiría a incrementar notablemente el nivel de conocimientos, la capacidad de respuesta, y en consecuencia, la supervivencia ante la parada cardiaca”.
Antonio Guzmán, director de Promoción de la Salud de Fundación MAPFRE, también se ha referido a la importancia de la formación en primeros auxilios, clave para prevenir consecuencias fatales. “Es algo que demanda gran parte de la sociedad, que considera que en nuestro país no se hace todo lo posible para que los ciudadanos tengan una formación adecuada en primeros auxilios, algo que para muchos es sin duda una asignatura pendiente, a la que se debería poner solución en el aula, en concreto en las primeras etapas educativas”.
Fundación Mapfre y Semes impartirán este año más de 200 talleres de RCP en 60 centros educativos y escuelas deportivas. Gracias a esta actividad, cerca de 10.000 jóvenes, entre 12 y 16 años, aprenderán a identificar los síntomas de una parada cardiaca, avisar a los servicios de emergencia, iniciar las técnicas de reanimación si la persona esta inconsciente y no respira, utilizar un desfibrilador y actuar ante un atragantamiento.