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¿Es usted aficionado a los deportes de nieve pero busca una alternativa a los más tradicionales y populares? No se preocupe, no le faltarán opciones para divertirse y realizar ejercicio con las múltiples modalidades deportivas de esta temporada menos conocidas
Un texto de Diego Fernández Torrealba
Si le gusta el deporte de invierno pero quiere ir más allá de las prácticas más populares -esquí, snowboard, patinaje sobre hielo, descenso en trineo, raquetas de nieve, esquí de fondo- debe saber que cuenta con muchas opciones más a su disposición. Eso sí, para practicar algunas especialmente técnicas y/o peligrosas -como es el caso del skeleton– tal vez se vea obligado a convertirse en profesional; el problema en otros casos será geográfico, pues muchos de estos deportes principalmente se realizan en lugares en los que el frío aprieta casi todo el año como Rusia, Canadá o los países nórdicos.
De igual modo, con al menos un par de meses de frío por delante, y por lo tanto de temporada invernal, hay un amplísimo abanico de deportes de invierno a su disposición, aunque no resulten muy conocidos para el gran público. Vamos a hacer un repaso de algunas de estas prácticas con las que puede, además de pasárselo muy bien, comenzar 2019 en una buena forma física.
Skeleton: empieza a hacerse raro incluirlo entre los desconocidos, especialmente cuando figuras como Ander Mirambel lo han dado a conocer en España hace ya unos cuantos años. Pero su práctica todavía es minoritaria respecto a la de otros deportes. Y es que no vale cualquiera para practicarlo: se precisan, además de una técnica bien trabajada, unos nervios de acero y amor por la adrenalina y las sensaciones fuertes. Desplazarse sobre un trineo plano boca abajo y de cabeza a velocidades que superan ampliamente los 100 kilómetros hora no es para timoratos. Para los que no tengan tanto espíritu aventurero, el bobsleigh, deporte ya más popular, es una opción vibrante también y menos arriesgada.
Luge: es otra modalidad de descenso en trineo, aunque en este caso el deportista se coloca boca arriba y con los pies por delante, lo que provoca que la impresión y el riesgo -dentro de lo que cabe- resulten menores. Eso sí, las velocidades son igualmente elevadas y es un deporte muy técnico. Aunque no es tan conocido, se inventó antes que el skeleton y el bobsleigh; de hecho se ideó a finales del siglo XIX, en 1883. Puede practicarse en modalidad individual o en pareja.
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