Durante el último año los ataques informáticos a empresas se han disparado un 130%, A mediados del mes de enero, el experto en seguridad Troy Hunt descubrió en Mega la la mayor filtración de datos de la historia: 733 millones de correos y 22 millones de contraseñas. Estos ataques son aún más problemáticos cuando se realizan contra las apps para ligar.
Ha ocurrido con Tinder y Ashley Madison —especializada en citas entre infieles—. Un hackeo a esta última dejó expuestos 37 millones de cuentas. Respecto a Tinder, un fallo de seguridad permitía entrar en la cuenta de cualquier persona con su número de teléfono. No fue hasta este verano cuando encriptó las fotografías de todos sus usuarios.
Como señala el comparador de seguros Acierto.com, es muy importante tomar medidas serias, sobre todo si se tiene en cuenta las consecuencias legales y económicas que estas filtraciones implican para empresas y usuarios.
Un seguro para apps de citas
Existen seguros específicos que permiten a las compañías protegerse ante estos problemas y que cada vez contratan más empresas en nuestro país. “Se trata de productos que pueden cubrir desde el asesoramiento legal y la investigación de la filtración, hasta los gastos de responsabilidad civil, la restauración de los equipos, la recuperación del software o las multas de la Agencia Estatal de Protección de Datos”, explica Carlos Brüggemann, cofundador de Acierto.com.
España es el país con mayor porcentaje de contratación de ciberseguros: 1 de cada 3 compañías tiene uno. “De la misma manera que las tiendas físicas son conscientes de la importancia de contar con un seguro que se haga cargo ante cualquier incidente, son cada vez más los negocios que no dudan en apostar por los ciberseguros”, comenta Brüggemann.
Además de los servicios mencionados, los ciberseguros suelen contar con coberturas como la responsabilidad por pérdida de datos personales o riesgos de privacidad, cobertura contra reclamaciones por violar los derechos de propiedad intelectual, defensa jurídica, protección frente a reclamaciones por malware, cobertura por pérdida de ingresos fruto de un ataque informático o vulneración de seguridad, gastos de reparación y restauración de datos borrados, cobertura de fraudes cibernéticos y asistencia técnica.
Usuario ligón, protégete
Si finalmente se decide emplear estas apps, es fundamental conocer los riesgos al detalle. Es relativamente sencilla la identificación del usuario con nombres y apellidos en los perfiles de las redes sociales, encontrar a las personas en el mundo físico mediante la geolocalización o robar la cuenta. También suele haber riesgos en el proceso de transmisión de datos.
Las contraseñas seguras —al menos 8 cifras, que combine números y letras y contenga algún símbolo—, evitar las Wi-Fi públicas, no guardar claves ni tarjetas en el móvil u obviando rellenar la información confidencial de identificación son medidas individuales indispensables contra la filtración de datos y también por la integridad física.
Ante la planificación de una cita física será clave quedar en un sitio concurrido: una cafetería, bar o restaurante, un mercadillo, una exposición. Avisar a nuestros conocidos del dónde, cuándo y con quién tampoco está de más. Antes de acudir se debe revisar si existen evidencias gráficas de cómo es el citado, su número de amigos en otras redes sociales o acordar los términos del encuentro.
¿Funcionan?
Volviendo a las posibles filtraciones de datos y la cantidad de información que requiere registrarse en algunas plataformas, cabe cuestionarse si estas apps resultan efectivas. Algo fundamental si queremos saber si merece la pena exponer nuestra privacidad por “amor” y sobre todo si valoramos que el uso de estas apps se dispara casi un 20% los días previos a San Valentín. Las cifras indican que casi la mitad de los usuarios habituales acaban conociendo a su pareja online y que más del 70% de las citas vuelven a repetirse.