A pocos días de la primavera, algo más de un mes, comienza la temporada de bodas. Nervios, preparativos, que todo salga bien y varios miles de euros por delante. Pero, ¿qué ocurriría si finalmente no se produce el enlace? ¿Y si se pierden los anillos? El comparador de seguros Acierto.com analiza cómo enfrentarse a estos imprevistos.
Precisamente porque los novios más “convencionales” se gastan una media de 16.500 euros entre trajes, vestidos y celebraciones, no se trata de una cuestión que se deba pasar por alto. Por fortuna, existen seguros específicos que cubren casi cualquier tipo de calamidad: cambios de fecha por causas de fuerza mayor, cancelaciones ajenas a la pareja, condiciones climatológicas adversas, extravío de anillos, desperfectos en la ropa, flores, regalos…
En estos supuestos, la mayoría de aseguradoras se harán cargo, incluso de la reorganización de la boda. Eso sí, gran parte de estos contratos especifican que los motivos de cancelación deberán ser causas ajenas a la pareja. Los seguros de boda son muy recomendables también para las celebraciones al aire libre, pues se hacen cargo de los desperfectos que originan las tormentas, imprevistos en el catering o, por ejemplo, como ocurre en el cine, alguien llega tarde por culpa de una huelga de controladores aéreos. Si el enlace no se celebra por renuncia de los cónyuges, los asegurados no tienen derecho a indemnización, pues se trata de un siniestro no contemplado.
Otros consejos para que todo salga perfecto
Otra buena opción sería contratar a un wedding planner, es decir, una persona para que se encargue de organizar todo el enlace, desde el color de las flores, hasta la disposición de las mesas y la música. De esta manera se vitan muchos nervios y estrés durante los meses previos a la boda.
Disponer del tiempo suficiente para tenerlo todo listo es otro punto crucial. Dejar al menos dos semanas de margen antes del día de la celebración para asuntos personales, pruebas de maquillaje, etc ayuda a relajarse y llegar al gran día con tranquilidad.