La preparación frente al riesgo cae a su nivel más bajo en 12 años



La preparación frente al riesgo cae a su nivel más bajo en 12 años

La Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2019 de Aon identifica los retos a los que se enfrentan las organizaciones a la hora de responder ante los riesgos tradicionales y emergentes.

Las compañías de todos los tamaños luchan para priorizar sus esfuerzos de gestión de riesgos en un entorno de cambio e incertidumbre», afirma Rory Moloney,director ejecutivo de Global Risk Consulting. «Lo que hasta ahora podía ser una estrategia probada y eficaz se convierte en un desafío. En conjunción con una economía global más competitiva, está causando uno de los niveles más bajos de preparación ante el riesgo. Los planes de gestión de riesgos deben adoptar un enfoque diferente del que tenían en el pasado».

Clasificación del riesgo

En la Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2019 de Aon, los encuestados clasificaron los tres riesgos que más preocupan en este orden:

  1. La desaceleración económica
  2. El daño a la reputación de marca
  3. Las tasas aceleradas de cambio en las condiciones de mercado derivadas de un aumento en las políticas comerciales proteccionistas, incluidas la actividad reguladora y la tensión geopolítica.

Estos riesgos macroeconómicos, combinados con la velocidad del cambio tecnológico, están contribuyendo a una creciente irrupción de nuevas amenazas que pueden interrumpir las cadenas de suministro y las operaciones comerciales en general. Un tercio de los primeros 15 riesgos son nuevos participantes en la lista de los principales, incluidas las tasas de cambio aceleradas en los factores del mercado y las tecnologías disruptivas.

Los gerentes de riesgos están reportando el nivel más bajo de preparación frente al riesgo en 12 años

La mayoría de los riesgos, como la desaceleración económica y el incremento de la competitividad, son no asegurables. En consecuencia, los gerentes necesitan adoptar un enfoque de gestión de riesgos que vaya más allá de la transferencia, con el fin de mitigar estas amenazas y proteger a sus organizaciones de la potencial volatilidad.

«Los cambios en los resultados de la encuesta de este año indican que la función de gestión de riesgos debe evolucionar para alcanzar el nivel empresarial”, añade Moloney. «Esto, combinado con el uso de datos y análisis predictivos que pueden generar información procesable, ayudará a las empresas a proteger sus resultados finales mientras se adaptan a cambios acelerados y fluctuaciones económicas».

Acceda al informe completo y resumen ejecutivo en español aquí.

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