Ayer, miércoles 15 de enero, se dio inicio al periodo de contratación del seguro de caqui para la campaña 2025, que protege a los productores frente a una amplia variedad de riesgos climáticos, como heladas, pedrisco, inundaciones, lluvias torrenciales o persistentes, viento, incendios y daños causados por fauna silvestre. Este seguro ofrece tres opciones de aseguramiento, adaptadas a las necesidades específicas de cada explotación.
Novedades en la campaña 2025 del seguro de caqui
Una de las principales novedades de este año es el cambio en la fecha de inicio de suscripción, que se ha retrasado al 15 de enero. Esta modificación tiene como objetivo facilitar la gestión del seguro, al disponer de toda la información relativa a la campaña anterior antes de iniciar la contratación.
Impacto de la DANA en la producción de caqui en 2024
La campaña de 2024, que comenzó con condiciones meteorológicas favorables, sufrió un giro inesperado con la llegada de la DANA de finales de octubre. Este fenómeno afectó principalmente a la Comunidad Valenciana, la mayor zona productora de caqui, y ocasionó graves daños en plena temporada de recolección.
Los efectos incluyeron pedrisco, vientos intensos, lluvias persistentes, arrastre de agua e inundaciones. Como resultado, las indemnizaciones para el cultivo de caqui alcanzaron los 25,68 millones de euros, de los cuales ya se ha abonado más del 90%.
Resultados de aseguramiento en 2024
El seguro de caqui ha mostrado un aumento en su popularidad entre los productores, alcanzando una implantación cercana al 80%. Los resultados de la campaña 2024 incluyen:
- Producción asegurada: Creció un 3%, hasta las 351.500 toneladas.
- Superficie asegurada: Aumentó más de un 1%, alcanzando las 12.760 hectáreas.
- Capital asegurado: Registró un incremento del 13,5%, hasta los 141,73 millones de euros.
Gran parte de este aseguramiento se concentra en la Comunidad Valenciana, región que lidera la producción de este cultivo en España.
Una herramienta clave para mitigar riesgos
El seguro de caqui se consolida como una herramienta imprescindible para garantizar la estabilidad de los productores frente a fenómenos climáticos adversos. Los datos reflejan un sector cada vez más consciente de la importancia del aseguramiento como estrategia para proteger sus cosechas y salvaguardar su rentabilidad.
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