La aseguradora AIG es una de las patrocinadoras de la primera Liga de Carrera de Drones (Drone Racing League o DRL), que ha comenzado a funcionar este año con el soporte de otras firmas como Microsoft y GoPro. Se trata de una competición que supondrá un potencial negocio de mil millones de dólares, según explica Scott Refsland, director de la DRL.
La mayor parte de las especulaciones relacionadas con la DRL la vinculan con la Fórmula 1, y aseguran que el impacto de la inversión en drones producirá cambios significativos. No obstante, este tipo de carreras pretende ir más allá, provocando un importante impacto en las tecnologías de interfaz cerebro-máquina. El objetivo será dirigir el dron a través de un casco que registre las ondas cerebrales y se las transmita al aparato. De este modo, organismos e instituciones como Stanford, MIT, Universidad Complutense y Universidad Politécnica de Valencia, entre otros, están experimentando en esta tecnología para probar los dispositivos y sus consecuencias.
A este respecto Benedetta Cossarini, directora general de AIG Iberia, destaca que en AIG “estamos siempre comprometidos con la innovación y las nuevas tecnologías. El importante avance que supone el desarrollo y aplicación del universo de los drones nos abre un camino de múltiples posibilidades, a la par que implica la adaptación a los nuevos riesgos y necesidades de protección. Nuestro objetivo es seguir colaborando en iniciativas punteras que nos posicionen a la vanguardia de los retos que nos hace enfrentar el desarrollo tecnológico y los escenarios que representa”.