Gestos tan cotidianos ya como abrocharse el cinturón de seguridad o poner correctamente el reposacabezas ayudan a salvar vidas en las carreteras. Según la última edición del estudio Allianz Risk Pulse, dedicado a la seguridad vial, aún existen importantes déficits en materia de seguridad al volante. Los expertos en riesgos de Allianz reclaman que se refuercen los marcos legales y sociales de la seguridad vial en todo el mundo.
Según un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 1,2 millones de personas mueren en accidentes de tráfico y otros 50 millones resultan heridas en todo el planeta. Los accidentes de tráfico están entre las diez primeras causas de muerte en el mundo. Es más, en algunos países como Afganistán, Irak, Sudán o el Líbano es más probable morir a causa de un accidente de tráfico que por «la guerra y el conflicto».
Si no se toman las medidas adecuadas, las cifras globales podrían incrementarse en el futuro y los accidentes de tráfico podrían alcanzar en 2030 el quinto puesto como causa de mortalidad a nivel global.
«Necesitamos una nueva cultura de seguridad para luchar de una manera efectiva contra el aumento del número de muertes en accidentes de tráfico. Los sistemas de tráfico son seguros según sea el comportamiento de quienes participan en él», afirma Christoph Lauterwasser, Director General del Centro Tecnológico Allianz (AZT).
Relación directa entre accidentes y pobreza
Los expertos en tráfico ven una clara relación entre la seguridad vial y, las condiciones económicas y los estándares técnicos de cada país. Cuanto menor es el nivel de ingresos per cápita en una sociedad, mayor es el riesgo de muerte debido a un accidente de tráfico. Hoy en día, más del 90% de todas las muertes en carretera se producen en países de ingresos bajos y medios, según la OMS. «Esta tendencia es preocupante y debe detenerse, porque la seguridad vial no debe convertirse en una cuestión de prosperidad», indica Lauterwasser.
En muchos países, hay que impulsar tanto la seguridad pasiva como la activa. La seguridad pasiva incluye acciones sencillas como ponerse el cinturón de seguridad, o el casco, o usar sistemas de retención adecuados para los niños en los coches.
La seguridad activa puede ser reforzada a través de campañas de seguridad vial en las escuelas y una estricta regulación a la hora de conceder los permisos de conducir. Las regulaciones legales que combaten la conducción bajo los efectos del alcohol son también esenciales, ya que el alcohol es el responsable de entre un 10% y un 32% de todos los accidentes mortales, según la OCDE.
España, una tendencia descendente
España se coloca en la posición 30 por número de muertes en accidentes de tráfico, según la OMS (2009). Y desciende hasta la posición 152 por ratio de muertes estimadas por cada 100.000 habitantes.
De hecho, según la Dirección General de Tráfico, el número de accidentes mortales en las carreteras se ha reducido prácticamente a la mitad en los últimos cinco años, (de 2.415 accidentes mortales en 2007 a 1.343 en 2011), gracias a una mayor concienciación de la sociedad en materia de seguridad vial y a una mayor rigidez de las normas de tráfico.
La importancia de los sistemas de asistencia al conductor
Allianz Seguros quiere colaborar en seguir esa tendencia descendente, y apuesta por los sistemas de asistencia al conductor. La compañía ha lanzado Allianz SATélite, una cobertura de asistencia basada en la geolocalización.
A través de un dispositivo instalado en el vehículo, se puede realizar llamadas de emergencia automáticas en caso de accidente de tráfico (eCall). Según la Comisión Europea, este tipo de dispositivos tienen el potencial de salvar 2.500 vidas al año en Europa cuando estén instalados en todos los vehículos, así como reducir la gravedad de las secuelas en los heridos por accidente de tráfico en el 10%-15% de los casos.