Esther Núñez, responsable de Hogar de Allianz Partners, aconseja revisar los elementos exteriores para prevenir los siniestros de hogar más comunes en invierno.
Esther Núñez, responsable de Hogar de Allianz Partners, asegura que “los siniestros más habituales por el frío suelen ser los que se producen por los daños de los fenómenos atmosféricos y, en consecuencia, los daños por agua están muy relacionados”. “También son frecuentes los daños eléctricos por el aumento del uso de los equipos de calefacción, y los incendios cuando las instalaciones y equipos no están en óptimas condiciones”.
Heladas y granizadas
Los dos fenómenos meteorológicos más comunes y dañinos para las viviendas son las
heladas y las granizadas. Cuando se producen las primeras, las zonas más propensas a sufrir daños son la cubierta, el tejado o el patio. Durante las heladas también es importante conocer el llamado índice de helacidad de los materiales con los que está hecha la vivienda, que mide su porosidad y, por tanto, su resistencia a las heladas. Estos deben estar alineados con la temperatura y la climatología de la zona para que resistan a todo tipo de situaciones. El peso del agua congelada o el cambio brusco de la temperatura sobre los materiales puede generar grietas durante el deshielo que dejan entrar la humedad en la vivienda. En el caso de las granizadas, lo ideal es proteger las zonas que puedan dañarse con plásticos que amortigüen el efecto tanto del frio como del impacto.
Indicaciones para proteger nuestros hogares durante el invierno
- Asegurarse de que el tejado o cubierta de la vivienda está en buen estado. Deben
revisarse tanto su impermeabilidad (tela asfáltica o similar), como la situación
externa de la misma. - Constatar el buen mantenimiento del cementado de lugares externos, confirmando, si es posible, que el índice de heladicidad de los materiales se adecúa a la meteorología de la zona.
- Mantener siempre que sea posible las puertas y ventanas cerradas para evitar
daños por filtraciones, especialmente en temporada de tormentas. - Intentar abrir con regularidad los grifos de la casa para que el agua circule y se
pueda evitar, en parte, la posibilidad de heladas. - Comprobar si las tuberías de la casa, al menos las que vayan vistas, tienen un forro o funda protectora de material aislante. Esto evitará que se hielen con facilidad. Si se congelan, bajo ningún concepto se debe verter agua caliente para descongelar la tubería porque el cambio brusco de la temperatura puede romperla y causar daños no solo en la conducción, sino también en el interior de la vivienda.
- Mantener en buen estado, con sus revisiones periódicas, las antenas, chimeneas y elementos adheridos a cubiertas o muros de la vivienda.
Durante las tormentas
- Es fundamental asegurarse de que las casas están correctamente aisladas para que no entre agua. Para ello hay que sellar las puertas y ventanas con tiras de goma o espuma antiadhesiva.
- Proteger los cristales manteniendo las persianas bajadas.
- Si la vivienda tiene tarima flotante, es importante sellar con silicona, látex o caucho los suelos y las chimeneas, para evitar las filtraciones entre el zócalo y el suelo.
- Mantener limpios los canalones y las bajantes para evitar que se obstruyan y
generen humedades.
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