
Los costes de atención médica que asumen los empleadores en Estados Unidos seguirán su tendencia al alza en 2026, con un incremento proyectado del 9,5%, lo que elevará el gasto medio por empleado a más de 17.000 dólares, según el último análisis de Aon. Se trataría del tercer año consecutivo con incrementos cercanos a los dos dígitos.
El informe apunta a varias causas detrás de este crecimiento: el aumento de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y musculoesqueléticas; el peso creciente de patologías de alto coste, como el cáncer; y la expansión del personal hospitalario, que está impulsando un mayor uso de los servicios de salud.
También destaca el incremento del gasto en medicamentos, especialmente por la fuerte demanda de terapias GLP-1, cada vez más utilizadas para tratar la diabetes, la obesidad y otras condiciones crónicas.
Los factores que observa Aon
“Estamos viendo niveles de inflación médica no registrados en años. Sin embargo, los empleadores siguen siendo un factor estabilizador, absorbiendo la mayor parte del incremento y ajustando sus planes de forma inteligente para proteger a sus empleados”, señala Farheen Dam, directora de Health Solutions de Aon en Norteamérica.
El estudio muestra que, aunque las compañías siguen asumiendo alrededor del 81% de los costes de los planes de salud, la presión de la inflación médica está afectando a su capacidad de inversión en otras prioridades laborales, como la compensación, el desarrollo profesional o programas de bienestar.
Impacto por sectores
Los incrementos no son homogéneos. El sector de tecnología y comunicaciones registra la mayor subida en el coste asumido por el empleador (8,8%), mientras que el de finanzas y seguros es el que más eleva la aportación de los empleados (6,8%).
De media, los trabajadores estadounidenses abonarán en 2025 unos 4.920 dólares en cobertura sanitaria, entre primas y gastos de bolsillo.
Nuevas herramientas para gestionar la inflación médica
Para afrontar este escenario, Aon está impulsando soluciones basadas en analítica predictiva, transparencia de precios y machine learning, que permiten a las empresas anticipar riesgos, mejorar la gestión de reclamaciones y tomar decisiones más precisas en la contratación de proveedores.
“Los empleadores se enfrentan a una presión de costes persistente y el viejo manual de actuación ya no basta. Nuestro enfoque combina rigor actuarial y analítica avanzada para pasar de una planificación reactiva a una gestión proactiva del riesgo”, afirma Debbie Ashford, actuaria jefe de Health Solutions para Norteamérica en Aon.
Con estas previsiones, la firma advierte de que la inflación médica seguirá siendo un reto estructural en EE. UU., obligando a empresas y empleados a asumir mayores costes y a replantear la forma en que se financian y gestionan los beneficios de salud.