Arval ayuda a hacer más barata la operación retorno de las vacaciones



Se acerca el final de las vacaciones para muchos, y ante la inminente subida del IVA, Arval, compañía de BNP Paribas especializada en el renting de vehículos ha elaborado una serie de consejos que permitirán a los conductores ahorrar en combustible, ya que, según explica la compañía, “llenar el depósito se está convirtiendo en ‘misión imposible’.

Depurar malos hábitos al volante puede ahorrar al conductor hasta 500 euros al año en gastos de carburante. Y es que con el escenario de precios que actualmente registra el combustible, la operación retorno de este año será todavía más dura que de costumbre, ya que llenar un depósito medio de gasolina (unos 60 litros) supondrá para los conductores españoles un desembolso que puede superar los 100 euros, más de diez euros por encima del año pasado, recuerda Arval.

Según los últimos datos del INE, cada hogar tiene de media unos dos automóviles, por lo que las familias españolas podrían reducir sus gastos hasta en 1.000 euros anuales siguiendo recomendaciones tan sencillas de poner en práctica como apagar el motor en paradas prolongadas o prestar atención al cuentarrevoluciones.

La filial de renting del grupo BNP Paribas recomienda:

Arrancar el vehículo sin acelerar

El mero hecho de poner el coche en funcionamiento ya consume energía, pero arrancar sin acelerar hará posible que el motor precise de un menor gasto de carburante, lo que permitirá prolongar las visitas a la estación de servicio para llenar el depósito.

Utilizar marchas largas

La forma más eficiente de conducir es hacerlo con las marchas más largas posibles, manteniendo el motor a bajas revoluciones para que la energía necesaria sea menor. Así, es preciso prestar atención al cuentarrevoluciones. Por regla general, en los motores de gasolina la aceleración y el cambio de marcha debe realizarse cuando se han alcanzado las 2.000 o 2.500 rpm. En cuanto a los diesel, entre las 1.500 y 2.000 rpm.

Emplear correctamente la caja de cambios

La primera velocidad tan sólo se utiliza para arrancar, cambiando a segunda velocidad una vez recorridos seis metros desde la puesta en marcha; de segunda a tercera a partir de los 30 km/h; en cuarta a partir de los 40 km/h y la quinta velocidad, por encima de los 50 km/h.

Mantener la velocidad de circulación

Durante la conducción es conveniente mantener la velocidad de circulación lo más uniforme posible, evitando frenazos bruscos. De esta forma se incrementa la seguridad al volante, disminuyendo el riesgo de accidentes entre un 10% y un 25%, y se reduce el gasto en gasolina. ¿Sabías que pasar de 100 a 120 kilómetros por hora supone aumentar el consumo de carburante en un 44%?

Evitar el punto muerto

Por otra parte, también es importante intentar mantener el motor al ralentí el menor tiempo posible puesto que, en contra de la creencia popular, en punto muerto el vehículo tiene un consumo fijo de aproximadamente medio litro de carburante por hora. Para ahorrar combustible es aconsejable poner una marcha larga y dejar que el automóvil ruede con ella sin acelerar. De esta forma, el movimiento de las ruedas mantendrá el motor en marcha y, a más de 20 km/h, el consumo de gasolina será nulo.

Apagar el motor en paradas prolongadas

En caso de retenciones, es recomendable apagar el motor del vehículo si la parada sobrepasa el minuto de duración. Esta simple práctica puede supone un ahorro medio de 150 euros al año por conductor en gastos de carburante.

Evitar la sobrecarga del vehículo

No es conveniente cargar el vehículo en exceso ni tampoco sobrepasar el «aforo» del vehículo. Está comprobado que por cada 100 kilogramos de peso adicional el consumo de combustible se incrementa en un 5%. Además, si no se va utilizar la baca es recomendable retirarla, ya que tenerla puesta aunque esté vacía aumenta el gasto de carburante un 2%.

No llevar las ventanillas totalmente bajadas y controlar el uso del aire acondicionado

Lo ideal es que el aire acondicionado funcione a una temperatura que oscile entre los 22 y los 23 grados, ya que un uso irracional puede incrementar el consumo de combustible hasta un 20%. Tampoco es conveniente llevar las ventanillas totalmente bajadas si se circula a más de 100 kilómetros por hora, ya que se gasta un 5% de carburante más.

Vigilar la presión de los neumáticos

Un mantenimiento inadecuado del vehículo también aumentará de forma innecesaria los gastos de combustible. Los neumáticos desinflados y un filtro de aire sucio aumentan un 6% el consumo, mientras que unas bujías sucias lo incrementan hasta un 10%.

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