La patronal de la sanidad privada advierte que las negociaciones para renovar el modelo mutualista de Muface buscan responsabilizar al sector sanitario privado por su desaparición, algo que el Gobierno de coalición ha pactado por razones ideológicas.
La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) lleva tiempo alertando sobre el final del modelo Muface y la integración de 1,5 millones de funcionarios en el régimen general de la sanidad pública, una medida que, según la organización, ya está decidida en los despachos del Gobierno de coalición.
En el contexto de las negociaciones entre el Gobierno y las aseguradoras para la renovación del modelo, la remuneración ofrecida no es aceptable para las compañías y los proveedores sanitarios que atienden a los mutualistas, ya que no garantizaría un cuadro médico suficiente, afectaría la calidad asistencial y resultaría deficitaria, especialmente ante el envejecimiento y las necesidades crónicas de los beneficiarios.
Muface: edad media de 57,8 años
Un informe de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y ASPE destaca que la edad media de los mutualistas de Muface alcanzó los 57,8 años en 2022, lo que representa un incremento de más de tres años y medio respecto a 2013.
Este envejecimiento conlleva un aumento de las patologías crónicas y, por tanto, de la demanda de atención sanitaria. “El incremento en la edad de los mutualistas está relacionado directamente con el incremento de la siniestralidad”, señala el informe, subrayando la importancia de este factor en la aparición de enfermedades.
A pesar de este panorama, Javier Padilla, Secretario de Estado de Sanidad, ha afirmado que “este paciente mutualista no tiene una alta complejidad de cuidados crónicos”, justificando con ello que el sistema público puede asumir, “con la financiación adecuada”, a los 1,2 millones de mutualistas que actualmente representan el 78% de los beneficiarios que reciben atención sanitaria a través del modelo Muface en el ámbito privado.
La responsabilidad del posible fin de Muface
ASPE señala que la oferta remunerativa busca, de manera deliberada, hacer recaer la responsabilidad del fin de Muface sobre el sector sanitario privado, al que se le ofrecen condiciones que no permiten prestar un servicio asistencial adecuado.
Para que el acuerdo del bienio 2025-2026 sea viable, ASPE advierte de que se necesita un incremento significativo de la prima que garantice la accesibilidad de los mutualistas a los servicios sanitarios en todo el territorio y una remuneración suficiente para evitar que los proveedores sanitarios operen con pérdidas. De lo contrario, el modelo mutualista desaparecería a partir del 1 de enero de 2025. “El incremento de la prima por parte de Muface debe ir dirigido a garantizar un cuadro médico completo en todo el territorio nacional y que los mutualistas reciban un servicio de calidad con acceso efectivo a todos los servicios y especialidades”, afirmóaCarlos Rus, presidente de ASPE.
La financiación insuficiente que ha caracterizado los últimos años ha llevado a una situación insostenible, afectando la accesibilidad de los mutualistas y aumentando los tiempos de espera, debido a que las aseguradoras han tenido que ser más selectivas con sus cuadros médicos o los proveedores han optado por no continuar ofreciendo sus servicios por las tarifas actuales. Un incremento de la prima, según ASPE, ayudaría a revertir esta situación.
“Colapso total de la sanidad pública”
ASPE considera que el aumento propuesto del 14% en la prima de Muface es insuficiente y exige que se equipare con el gasto sanitario real por ciudadano, que se sitúa en 1.608 euros, para garantizar la sostenibilidad del sistema.
El informe de la UCM estima que el modelo Muface ahorra al Estado más de 890 millones de euros anuales y que su desaparición supondría un impacto económico superior a los 1.000 millones de euros, además de provocar un incremento del 266% en las listas de espera para consultas externas y del 115% en las intervenciones quirúrgicas, recuerda ASPE en un comunicado.
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