La colaboración público-privada es clave para reducir los tiempos de espera, según Aspe. «La salud de la población no puede seguir siendo rehén de la inacción», asegura su presidente, Carlos Rus.
El imparable aumento de las listas de espera en la sanidad pública está generando una situación de caos alarmante que, sin duda, está afectando gravemente al bienestar de los ciudadanos.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, a 30 de junio de 2024, el tiempo medio de espera para una intervención quirúrgica ha alcanzado los 121 días, un 8% más que en el mismo mes de 2023. Además, el número de pacientes en lista de espera asciende a 848.340 personas, lo que representa un incremento interanual del 3,4%. De manera preocupante, el porcentaje de personas que llevan más de seis meses esperando ha aumentado hasta el 20,5%, evidenciando la gravedad de la situación. Esta situación, lejos de revertir o dar señales de que remite la tendencia, se reproduce en cada estadística oficial de Sanidad y no admite ningún análisis optimista.
Atención eficiente para la ciudadanía
En consultas externas, el tiempo medio de espera también ha empeorado, llegando a 94 días, un 8% más que en el primer semestre del año anterior. “Este retraso en la atención sanitaria tiene un impacto devastador en la salud física y emocional de los pacientes, que ven cómo su calidad de vida se deteriora mientras esperan”, señala Carlos Rus, presidente de Aspe. “En este contexto, es inaceptable seguir dilatando las soluciones. Hay que dejar atrás los debates ideológicos y que todos los agentes implicados, tanto públicos como privados, actuemos de manera coordinada y urgente para aliviar la carga del sistema y garantizar una atención oportuna y eficiente para los ciudadanos. La salud de la población no puede seguir siendo rehén de la inacción”, añade.
Sin acciones inmediatas, la crisis sanitaria será insostenible
Con este escenario, Aspe pide que se actúe con responsabilidad y se cuente con la sanidad privada para aliviar esta situación y recuerda que los precios de los procedimientos concertados por la sanidad pública con el sector privado son hasta un 44% más bajos en promedio, por lo que la colaboración no solo alivia la presión sobre el sistema público, sino que también son más eficientes económicamente. “Aprovechar los recursos disponibles en el sector privado permitiría reducir significativamente los tiempos de espera y ofrecer una respuesta más rápida y eficiente a las necesidades de los pacientes, teniendo en cuenta también un gasto eficiente y racional de los recursos”, indica Rus.
Plan de acción conjunto para reducir las demoras
La alianza lamenta que el Ministerio de Sanidad no incluyera al sector privado en el grupo de trabajo destinado a abordar las listas de espera en el sistema de salud, teniendo en cuenta que el sector privado representa la principal válvula de escape que podría contribuir significativamente a aliviar la presión sobre la sanidad pública. “Sin la participación de este sector, que ha demostrado ser un aliado en la mejora del acceso a la atención médica, se corre el riesgo de perpetuar la situación actual y de no encontrar soluciones efectivas a un problema que afecta a miles de pacientes”, apunta el presidente de ASPE.
Más de 848.000 personas esperan una intervención quirúrgica en la sanidad pública
Lejos de mejorar, la situación de las listas de espera sigue empeorando, con incrementos interanuales constantes, lo que evidencia la necesidad de tomar una determinación con urgencia. No actuar con rapidez y decisión solo agravará la crisis sanitaria actual, dejando a miles de pacientes sin la atención que necesitan y al sistema en una situación cada vez más insostenible. Ante la ley de listas de espera que planteaba hace unos meses la ministra de Sanidad Mónica García, el sector de la provisión sanitaria ofrece sus recursos para colaborar en el alivio de esta situación. “Somos parte de la solución”, concluye Carlos Rus.
En el conjunto del país, el sector hospitalario privado dispone de 431 hospitales (56% del total de hospitales), de 49.837 camas (31% del total de camas) y de 5.977 camas para UCI (el 20% del total) y un total de 1.696 quirófanos (36% del total).
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