A finales de septiembre tuvo lugar la semana europea de la movilidad en la que se animaba a utilizar y combinar los distintos modos de transporte para desplazarse por la ciudad. Esta realidad ha llevado a los expertos de Axa Partners a analizar las posibilidades de movilidad compartida que ofrecen actualmente las ciudades españolas.
En España existen actualmente diversos modelos de vehículos compartidos, basados en aplicaciones y en la economía colaborativa, que buscan aumentar la rapidez en los desplazamientos urbanos y nuevas formas de ahorro para los usuarios.
Estos sistemas de movilidad compartida van a impactar en menor o mayor medida en la industria de la automoción. Según un informe de McKinsey de 2017, este hecho pueda significar que las ventas de vehículos crezcan de forma más moderada, nuevas oportunidades para los fabricantes y un aumento de competidores debido al incremento de jugadores en temas de movilidad. Aunque un 67% de los usuarios sigue prefiriendo conducir su propio vehículo, el mercado de movilidad compartida podría incrementarse a razón de un 28% anual hasta 2030.
Seguros de asistencia ad hoc
La industria aseguradora debe evolucionar de forma paralela, ofreciendo nuevos seguros que protejan tanto a las empresas propietarias de los vehículos como a los usuarios.
Vehículos como bicicletas y patinetes han de tener un seguro de responsabilidad civil que cubra posibles daños. Motos y coches han de contar mínimo con el seguro a terceros que exige la ley. Todos estos modelos de compartición ya han fomentado la aparición de los seguros por horas de uso o seguros especiales para carsharing y motosharing, pero las compañías han de trabajar en nuevos modelo de seguro asociados al vehículo y al usuario momentáneo del mismo. Ello dificulta la determinación de responsabilidades o la especificación de los daños cubiertos, además de tener que seguir adaptando los servicios de asistencia necesarios.
Vehículos compartidos en España
Actualmente en España hay una amplia diversidad de vehículos que se pueden alquilar por minutos. Algunos de ellos solo están en la capital. Otros, han preferido apostar por ciudades en las que la población es más reducida o donde la orografía favorece la circulación de bicicletas o patinetes.
La legislación de los vehículos compartidos está en desarrollo. Cada municipio tiene sus propias normas y leyes, que están modificándose para adaptarse a los nuevos métodos de transporte y modelos de negocio. Estas normativas regulan tanto la circulación de estos vehículos como los distintos permisos con los que las empresas han de contar para poner sus productos en las calles a disposición de los usuarios.
Mientras que ciudades como Madrid y Barcelona ya tienen ordenanzas en las que se regula el uso de estos vehículos y su circulación por la zona urbana, en otras ciudades todavía se están escribiendo las nuevas normativas. Las diferentes normativas según ciudades suponen actualmente una incertidumbre ante la que empresas de sharing, aseguradoras y usuarios están expectantes.