Coface rebaja la previsión de crecimiento mundial al 2,1%, pero mejora la de España al 2,6%

Coface rebaja la previsión de crecimiento mundial al 2,1% por el impacto de la agenda económica de Trump, pero mejora la de España al 2,6%

Coface advierte de una nueva era de desglobalización y alerta sobre los efectos de la guerra comercial en el comercio internacional, la competitividad y el precio de las materias primas

La economía mundial encara un 2025 marcado por la incertidumbre, la fragmentación comercial y el retorno del proteccionismo. Así lo pone de manifiesto Coface, que ha rebajado su previsión de crecimiento del PIB global hasta el 2,1%, seis décimas por debajo de la estimación anterior, debido al impacto de las políticas económicas impulsadas por el presidente estadounidense, Donald Trump. En contraste, España mejora sus expectativas, con un crecimiento del 2,6%, tres décimas más de lo previsto en febrero.

Estas proyecciones han sido presentadas hoy durante la 28ª Conferencia de Riesgo de País de Coface en Madrid, organizada con la colaboración de CaixaBank y que ha reunido a cerca de 200 directivos y expertos económicos. El foro ha servido para analizar los desafíos económicos globales en un contexto de tensiones geopolíticas, desaceleración del crecimiento y cambio de paradigma en el comercio internacional.

Coface analiza el giro proteccionista de EEUU

Uno de los principales focos del análisis ha sido el giro proteccionista de Estados Unidos, que ha reducido su previsión de crecimiento económico del 2,2% al 0,6% debido a las políticas anunciadas para reducir el déficit comercial y reindustrializar el país, lo que ha generado una guerra comercial con aranceles recíprocos que ya afecta a sus principales socios, como China, Canadá, México o países del sudeste asiático.

“El regreso del proteccionismo y el debilitamiento del multilateralismo están generando un nuevo mapa de relaciones internacionales, donde las empresas deben operar con mayor prudencia y visión estratégica”, ha destacado Guillermo Rodríguez, CEO de Coface en España y Portugal. La compañía advierte que esta situación está provocando una desviación del comercio mundial, un aumento de la competencia global y una caída del precio de las materias primas.

Europa, ante el reto de reforzar sus capacidades estratégicas

En un contexto internacional cada vez más impredecible, la Unión Europea se enfrenta a importantes desafíos estructurales. Según los expertos reunidos por Coface, la región ha quedado relegada en competitividad frente a economías como la estadounidense, y urge reforzar sus capacidades en tres áreas clave: transición energética, transformación digital y defensa.

La economista Judith Arnal ha alertado de que “Europa debe canalizar inversiones estratégicas en sectores clave y contar con una financiación adecuada, donde el sector financiero y los presupuestos públicos desempeñen un papel central”. Por su parte, Gonzalo Bengoechea, profesor de Economía Política Internacional, ha señalado la “creciente brecha de productividad con EE. UU. y la elevada dependencia de proveedores externos”, agravada por un entorno de tensiones con China y costes energéticos más altos.

España, una excepción en el escenario europeo

En este complejo escenario global, España se consolida como una excepción positiva en el entorno europeo, con una previsión de crecimiento superior a la media de la eurozona. Según Coface, este dinamismo se debe a la fortaleza del consumo privado y a las exportaciones de servicios, especialmente en el sector turístico.

En definitiva, la economía global entra en una fase de elevada incertidumbre, donde las decisiones políticas y comerciales de las grandes potencias, especialmente Estados Unidos, están reconfigurando las reglas del juego. Coface concluye que las empresas deberán adaptarse a este nuevo entorno con estrategias basadas en el análisis de riesgos, resiliencia e innovación.

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