
El fraude se ha convertido en una de las principales amenazas para las empresas, especialmente en un entorno donde las transacciones digitales han multiplicado las oportunidades para los ciberdelincuentes. Según datos del Ministerio del Interior, los ciberdelitos, incluyendo el fraude digital, aumentaron un 19% en 2024, lo que hace imprescindible que las compañías adopten medidas para reforzar su seguridad.
Ante esta situación, Coface, especialista en seguro de crédito, y la agencia DAGA, su colaboradora en Castilla y León, han celebrado un encuentro en Valladolid junto a miembros del equipo de Delitos Económicos y Tecnológicos de la Guardia Civil.
Durante el evento, han analizado los principales fraudes que afectan a las empresas españolas y han ofrecido recomendaciones clave para protegerse.
Tres pilares para evitar fraudes en la empresa
Según los expertos de Coface y DAGA, existen tres aspectos fundamentales para minimizar el riesgo de fraude empresarial:
Controles internos y cultura de seguridad
- Limitar el acceso a información sensible solo al personal estrictamente necesario.
- Formar a los empleados sobre la importancia de realizar copias de seguridad y utilizar contraseñas seguras.
- Establecer procedimientos internos que reduzcan el riesgo de usurpación de identidad y hackeos.
Seguridad Informática
- Utilizar software de detección de malware actualizado y realizar auditorías externas de ciberseguridad.
- Ser precavidos con los correos electrónicos sospechosos, evitando hacer clic en enlaces desconocidos.
Protocolos de comunicación con proveedores y clientes
- Definir canales de comunicación oficiales (teléfono, email, WhatsApp, etc.) para evitar suplantaciones.
- Designar interlocutores clave dentro de la empresa para garantizar una comunicación segura.
Las estafas más frecuentes en las empresas españolas
Durante el evento, los expertos señalaron tres fraudes especialmente comunes en el entorno empresarial:
- Hackeo y suplantación de identidad: los ciberdelincuentes hackean servidores para modificar datos bancarios y desviar pagos a cuentas fraudulentas.
- Usurpación de identidad: suele darse en exportaciones o periodos festivos, cuando las empresas están menos alerta. Se caracteriza por pedidos de alto importe que nunca se pagan.
- “Estafa del nazareno”: un fraude tradicional en España que consiste en realizar múltiples pedidos a distintos proveedores en poco tiempo y desaparecer sin pagar. Sectores como alimentación, tecnología y productos perecederos son los más afectados.
Para Darío López, representante de DAGA, la clave para combatir estos fraudes es reforzar la seguridad desde distintos frentes. Además, destacó que herramientas como la información comercial y el seguro de crédito pueden ayudar a las empresas a evaluar la solvencia de sus clientes y reducir riesgos financieros.
El evento de Coface y DAGA ha servido como un espacio de reflexión y concienciación sobre la importancia de la prevención del fraude, un desafío que sigue en aumento y que exige una respuesta firme por parte del tejido empresarial.