En 2018 AXA evitó pagos indemnizatorios fraudulentos en Andalucía por un importe de 11,6 millones de euros, un 3,3% menos que el año anterior
Durante el año 2018 la aseguradora AXA evitó pagos indemnizatorios fraudulentos en Andalucía en todos sus ramos de negocio –Vida y No Vida, Particulares y Empresas– por un importe total de 11,6 millones de euros, lo que supone un descenso del 3,3% respecto del año anterior. Esta es una de las principales conclusiones del I Mapa AXA del Fraude en Andalucía, que ha analizado casi 10.000 siniestros sospechosos de fraude de un total de más de 140.000 siniestros declarados en 2018 en esta comunidad autónoma.
Andalucía representa más del 17,5% del montante total defraudado a AXA en España en 2018, que superó los 66 millones de euros.
El informe ha extrapolado y ponderado los datos de la compañía por su cuota de mercado geográfica y de este análisis se puede inferir que la tasa de fraude al seguro en la comunidad autónoma cayó el año pasado por primera vez desde 2015, situándose en 2018 en el 2,38%. En todo caso, lejos de la media nacional, que está en el 1,88%.
Para Philippe De Mingo, director de Fraude de AXA España, “a pesar de que Andalucía muestra una de las tasas de fraude al seguro más elevadas de España, es importante señalar que la mayor parte de los clientes andaluces son honestos y realizan un buen uso de sus seguros. Pero todo caso es importante advertir que este tipo de fraude no es una cuestión de picaresca, sino un delito que puede llegar a acarrear penas de cárcel”.
Fraude evitado por línea de negocio
Atendiendo al fraude cometido por ramo, el patrón en Andalucía es muy similar a lo que sucede en el resto del país. Auto sigue siendo la línea de negocio que concentra el mayor porcentaje de fraude al seguro, con el 56% de los casos. El año pasado, sin embargo, este porcentaje era del 66%; lo que significa una caída de 10 puntos porcentuales.
Por su parte, en el ramo de Multirriesgos (Hogar, Comercio y Oficinas, y Comunidades) se observa un aumento de 10 puntos porcentuales respecto al año anterior, hasta el 34%, motivado principalmente por el repunte del fraude en Hogar. Finalmente, Diversos (RC, Transporte, Industrias, Salud, Accidentes y Vida), ha mantenido su porcentaje respecto al año pasado en torno al 10%.
Tipología de fraude en Andalucía
El fraude ocasional u oportunista es aquel en el que se aprovecha la realidad de un siniestro para introducir daños preexistentes o anteriores. Después del repunte de este tipo de casos observado en 2017, el año pasado volvió a descender el número de esta tipología hasta representar el 47,3%, frente al 54,8% del año anterior.
Se habla de fraude premeditado en aquellos casos en los que los daños reclamados son reales o ficticios, pero todos han sido planificados con antelación. En ellos se suelen ver implicadas varias personas y suponen casi la mitad de los casos de fraude evitados durante 2018, frente al 41,6% del año anterior. Quien lo perpetra trata de obtener el máximo beneficio económico, lo que eleva la indemnización media en Andalucía a más de 3.328 euros. En el conjunto del territorio nacional estos casos suponen el 47,5% del total.
Finalmente se encuentra el fraude organizado, bandas o tramas, ocasionalmente apoyadas por profesionales que buscan la industrialización de su proceso delictivo. Representa un gran riesgo por su profesionalización. Los casos detectados se mantienen estables. El número de siniestros llevados a cabo por las tramas organizadas el año pasado en Andalucía descendió más de un 17% respecto a 2017. En todo caso, el número de tramas organizadas detectadas en la Comunidad Autónoma supera con creces a las 15 que se interceptaron en 2015.
El fraude por causas
En cuanto al fraude al seguro en función de las causas aducidas, de los datos de 2018 se desprende que en el ramo de Auto más del 88% de los casos tienen que ver con la conducción del vehículo. A penas uno de cada diez fraudes en Auto contiene una versión que no afecta a la conducción y que está relacionada con otras situaciones como robo del vehículo, rotura de lunas o daños atmosféricos.
Multirriesgos ofrece una mayor diversificación en las casuísticas del fraude. Cabe señalar que los fraudes relacionados con los daños por agua continúan siendo la primera causa que se utiliza para tratar de defraudar al seguro en este ramo, con más del 40%, seguido de daños eléctricos, con más del 26%. Se trata de un patrón diferente a la media nacional. En el resto del territorio nacional el año pasado los daños por agua dejaron de ser la primera causa de este ramos al verse superada por los daños eléctricos. En el resto de España éstos últimos suponen ya casi el 37% del total y los segundos, los daños por agua, el 35%.
Los daños eléctricos suelen estar vinculados al actual ciclo de vida de los aparatos y las nuevas tecnologías, donde son recurrentes los intentos de lograr la renovación de aparatos a través del fraude al seguro.
Los daños en Multirriesgos por fenómenos atmosféricos también crecieron el año pasado en Andalucía de manera muy significativa, más de seis puntos porcentuales, hasta representar ya casi el 14% del total. El gran número de temporales que azotaron Andalucía durante 2018, unido al incremento de los casos que declaraban siniestros no cubiertos o adaptando el cliente la fecha de ocurrencia a la de las tormentas para ser atendido, elevó a 142 el número de siniestros de esta casuística.
Finalmente, en el ramo de Diversos son las garantías de Responsabilidad Civil las que más se emplean para tratar de cometer fraudes.
El fraude por su naturaleza
Atendiendo al análisis del fraude por su naturaleza; es decir; si afecta solo a daños materiales o si persigue obtener indemnizaciones fingiendo daños corporales, concluimos que éstos últimos han sufrido una importante caída pasando de representar el 27% en 2017 a significar el 21% en 2018. En consecuencia, el número de casos de fraude en los que se reclamaba una indemnización por daños materiales ha crecido hasta significar ya el 79% del total.
La principal razón del descenso de casos de fraude al seguro que aducen daños corporales habría que buscarla en dos hechos. Por un lado, en la reforma del Baremo de 2016, con la que se pasó a considerar al traumatismo menor de columna vertebral (esguinces cervical, dorsal y lumbar) como una incapacidad transitoria sin secuelas (salvo que exista un informe médico concluyente).
Y por otro, una reforma del Código Penal de la Ley Organica 1/2015 de 30 de Marzo por la que se despenalizaron las faltas en los accidentes de tráfico con lesiones leves, con lo que los perjudicados ya no disponían de la valoración gratuita por el médico forense y la posterior celebración de los juicios de faltas en vía penal.
Los datos vienen a concluir que esta vía, la reclamación de daños corporales para defraudar al seguro, está dejando de ser atractiva para los delincuentes.
Fraude y género
El I Mapa AXA del Fraude en Andalucía ha realizado también un análisis de los datos por género, del que se desprende que, de media nacional, más del 75% del fraude en Auto lo cometen los hombres. Atendiendo al caso andaluz, en tres provincias, Huelva, Córdoba y Jaén, más de ocho de cada diez casos de fraude en este ramo los realizan los varones. En el extremo opuesto, Málaga, donde el porcentaje de varones que cometen fraude al aseguro en Auto es del 76%, en línea con la media nacional.
Estos porcentajes varían sensiblemente si atendemos al ramo de Hogar. Aquí los porcentajes de casos de fraude cometidos por hombre y mujeres están más equilibrados, aunque los españoles siguen defraudando más al seguro que las españolas. En media en España, el 59% de los casos detectados en los seguros de Hogar son cometidos por varones. Por el contrario, cuatro de cada diez los cometen las mujeres.
En el caso andaluz, prácticamente todos los varones a excepción de los almerienses, se encuentran por encima de la media nacional también en los casos de fraude al seguro en este ramo.
Tolerancia cero frente al fraude
AXA lleva años realizando un esfuerzo de inversión en nuevas tecnologías y formación con el fin de reducir al máximo los casos de fraude. Y está comenzando a dar sus primeros frutos. Se estima que el uso de estas herramientas tecnologías ayuda a detectar más de un 21% de los siniestros fraudulentos, cuando hace cuatro años apenas suponían un 5%, lo que le convierte en un canal de detección cada vez más importante.
La inversión recurrente se mantuvo en los 3 millones de euros el año pasado. Estas inversiones incluyen la elaboración de modelos predictivos que utiliza la tecnología del big data para automatizar, por ejemplo, la detección de falsificaciones de documentos digitales en procesos masa. Por ejemplo, AXA ha desarrollado robots capaces de leer de forma automática facturas para interpretarlas y, al mismo tiempo, identificar cualquier tipo de falsificación. También se está trabajando en proyectos para detectar, con ayuda de las imágenes por satélite, incongruencias entre siniestros, afectando a daños en partes exteriores.
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