D&O: “Administrar empresas una profesión de riesgo”

José Antonio Martín, Markel eEspaña.

Jose Antonio Martín, director de Desarrollo de Negocio y Marketing de Markel España

La decisión de ser administrador de una Sociedad se toma, frecuentemente, muy a la ligera. En algunos casos no es raro oir decir «solo tendrás que echar un par de firmas al mes y listo…».

Sin embargo, esto no es del todo así. Si bien es cierto que las tareas del administrador dependerán de la complejidad de la organización en cuestión, no es menos cierto que las funciones y deberes de un administrador van mucho más allá de solo dos firmas. Y de no cumplirlas, se le pueden llegar a exigir importantes responsabilidades.

El administrador de una sociedad es su representante a todos los efectos, y tiene el máximo nivel de responsabilidad en la toma de decisiones.

En una sociedad anónima o limitada, la responsabilidad de los socios se reduce al capital aportado. En cambio, los administradores responderán personalmente y con todo su patrimonio por actos vinculados a la empresa que, que por faltas de gestión cometidas por imprudencia, negligencia, error u omisión en el ejercicio de sus funciones gerenciales en la sociedad o por incumplimientos de obligaciones legales o estatuarias, causen un perjuicio económico a la propia sociedad, a los socios o a terceros.

La responsabilidad de los administradores constituye uno de los temas de mayor importancia teórica y práctica, que está sujeta a una continua revisión legislativa y suele ser la causa de numerosos litigios.

La responsabilidad patrimonial de los administradores de las sociedades se puede ver muy afectada por el panorama de las insolvencias de las empresas.

La crisis económica derivada del COVID-19 continúa amenazando la supervivencia de muchas empresas, que atraviesan serias dificultades financieras a consecuencia de la pandemia.

A pesar de las políticas de apoyo y medidas administrativas implantadas en España en el último año, que consiguieron mantener establecer el nivel de insolvencias empresariales, se prevé un incremento del 30% para 2021. Además, esta tendencia se mantendrá al alza en los próximos meses, y es muy probable que las insolvencias crezcan de manera continuada durante los próximos tres años. (fuente: Solunion España).

Medidas como los créditos ICO, los ERTES y la moratoria concursal y responsabilidad de administradores, han sido “esenciales” en 2020 y continúan teniendo un efecto positivo. Todas estas medidas están siendo un balón de oxígeno para las empresas y sus administradores en esta difícil etapa. La eliminación o modificación gradual de cualquiera de estas medidas repercutirá de manera directa en el incremento de las insolvencias. Un aumento que ya ha comenzado a ser tangible en el periodo comprendido entre julio de 2020 y marzo de 2021, con un significativo aumento de casi el 29% tan solo en este primer trimestre.

En todo caso, en este escenario de incertidumbre es importante contar con una protección adecuada a través del seguro de responsabilidad de administradores y altos cargos, conocido como seguro de D&O.

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