El 26% de los siniestros de ciberriesgos en Europa se debe a ataques de ransomware



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El error humano sigue siendo un factor significativo en la mayoría de los siniestros de ciber

Un estudio de AIG Europe constata que se espera un nuevo aumento en siniestros por violaciones de seguridad de datos y otros fallos de seguridad después de la entrada en vigor de las Normas Generales de Protección de Datos (RGDP) de la UE esta semana. En 2017 hubo tantas notificaciones de siniestros de ciberriesgos como en los cuatro años anteriores juntos, el equivalente a uno por día laborable, explica la compañía.

El último informe sobre siniestros de ciber de AIG, publicado hace unos días, muestra que más de un cuarto de los siniestros de ciberriesgos en Europa (26%) recibidos en 2017 señalaban el ransomware como la causa principal de la pérdida.

La violación de seguridad de datos por parte de hackers supone el 12% de los siniestros, otro fallo de seguridad o el acceso no autorizado marcaron el 11%. Por último, el fraude de suplantación de identidad representaron el 9% de los siniestros registrados en 2017.

Si bien la proporción de reclamaciones causadas por negligencia de los empleados se redujo marginalmente al 7% en 2017, el error humano sigue siendo un factor significativo en la mayoría de los siniestros de ciber.

Mark Camillo, director de cíber para EMEA (Europa, Oriente Medio y África) en AIG afirmó aue «en 2017 vimos una serie de sofisticados ataques sistémicos de malware y ransomware, incluyendo WannaCry y NotPetya. La consiguiente interrupción de la actividad empresarial fue un problema importante para muchas organizaciones europeas; gran parte del impacto financiero fue una pérdida del estado de cuentas. Mientras que los pagos de rescate sólo generaron menos de 150.000 dólares, las pérdidas económicas totales asociadas con WannaCry se estiman en 8.000 millones de dólares, de los cuales 500 millones de dólares se atribuyen a los gastos directos y a la interrupción indirecta del negocio. La mayoría de estas pérdidas estaban insuficientemente aseguradas”.

“La llegada del RGDP se convertirá en otra herramienta de negociación para los extorsionadores. Estos amenazarán con comprometer los datos de una organización a menos que se reciba un pago, sabiendo que las consecuencias serán más importantes de acuerdo con la nueva normativa. Las empresas estarán más inclinadas a denunciar las infracciones, lo que conducirá a un mayor impacto en el volumen de siniestros de ciberriesgos. Esto se vio en los EE. UU. tras la entrada en vigor de las leyes de notificación de infracciones, donde casi todas las infracciones cibernéticas de alto perfil son objeto de al menos una demanda colectiva”.

El estudio demuestra que ningún sector es inmune a los ciberataques. En 2017, los asegurados de ocho sectores que anteriormente no figuraban en las estadísticas de siniestros de ciberriesgos de AIG realizaron notificaciones de siniestros.

Los servicios profesionales y financieros encabezaron la lista, con un aumento significativo en servicios profesionales de su proporción en el total de siniestros (hasta el 18% frente al 6% en 2013-2016).

En segundo lugar se sitúan los servicios financieros, con el 18%; sigue el comercio minorista (12%), los servicios empresariales (10%) y la fabricación (10%).

Camillo añadió que “se trata de una tendencia constante, en virtud de la cual cada año un mayor número de notificaciones proceden de una gama cada vez más amplia de sectores industriales y no sólo de los tradicionalmente asociados al riesgo cibernético. Esto se ve reflejado en los recientes ataques de ransomware que han sido indiscriminados con respecto a la industria a la que atacaron».

«Sin embargo, independientemente de su tamaño o sector, las organizaciones que operan en el mundo interconectado y cada vez más digital de hoy en día son cada vez más conscientes del riesgo y de cómo una buena protección cibernética, combinada con el seguro de ciberriesgos, puede desempeñar un papel importante en la mitigación de las consecuencias financieras potencialmente nefastas. Para llegar a ser ciberresistentes, las organizaciones necesitan prepararse, practicar su respuesta, implementar una estrategia fuerte de ciberriesgo y asegurar que sean indemnizadas por toda la gama de riesgos expuestos, incluyendo la interrupción de la red», concluye el director de ciber para EMEA de AIG.

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