Contratiempos con los vuelos, cancelaciones de viaje u hoteles, pérdidas de equipajes o problemas de salud repentinos o sobrevenidos por los cambios en rutina son el día a día de los viajeros. Y, aun así, hasta la mitad de ellos asegura no haber contratado nunca un seguro de viaje, según los datos de una encuesta realizada por Coverfy.

“Todos creemos que la probabilidad de que nos pase algo es baja en general. Eso, unido al desconocimiento del sector, hace que la gente no se plantee la contratación de un seguro de viaje. Quienes apuestan por este tipo de servicios lo hacen en la mayoría de los casos directamente con la agencia de viajes, por comodidad.

Sin embargo esto puede dar a lugar a la adquisición de servicios innecesarios o duplicados como consecuencia de la desinformación o falta de personalización de las coberturas necesarias para cada caso”, aseguran los expertos de la entidad.

Según los resultados del estudio de la compañía, del 46% de los encuestados que asegura haber contratado seguro para sus viajes, hasta un 23% confiesa no leerse las cláusulas y desconocen las coberturas exactas, más allá de las habituales. Creer que “a nosotros no nos va a pasar eso”, suele ser una de las principales causas asegurar las diferentes incidencias que pueden ocurrir. 8 de cada 10 de los encuestados dice no haber sufrido ninguna eventualidad. Cuando ocurre, sale caro. Sobre todo en los viajes internacionales. Por ello, aunque los seguros de viaje no son obligatorios, sí son recomendables. Por ejemplo, romperse una rodilla en EEUU, con la consecuente operación e ingreso hospitalario supone un desembolso de unos 35.000€.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de contratar un seguro de viaje?

Los seguros de viaje están destinados a cubrir cancelaciones, pérdidas y sustracción de equipaje o problemas de salud y accidentes sobrevenidos,  las principales preocupaciones de los viajeros. Las coberturas básicas se suelen ofrecer por las agencias de viaje en el caso de que se acudan a ellas para diseñar el recorrido. Sin embargo, este tipo de seguros son muy personalizables dadas las posibilidades e incidencias que pueden sobrevenir durante cada tipo de viaje. Para que el seguro quede lo más ajustado posible a las necesidades de cada viajero, Coverfy recomienda tener en cuenta lo siguiente:

• Qué tipo de viaje:las coberturas se pueden adaptar en función del destino, la duración o el propósito del trayecto.
• Cuántas personas viajan:existen propuestas de cobertura grupal, de modo que según las personas que vayan a hacer el viaje, puede salir más económico contratar una póliza común.
• Revisar entre lo que ya se tiene:muchas veces, el seguro de hogar, el de salud, incluso las tarjetas de crédito pueden tener coberturas que desconocemos.
• Lo básico no siempre es suficiente:a veces puede no incluir coberturas importantes. Es el caso, por ejemplo, de todo lo relacionado con la salud.
• Si se viaja muchas veces a lo largo del año: los seguros también dan la opción de contratar pólizas anuales, que podría salir rentable se va a viajar varias veces en el año. Además, existen seguros concretos para estancias largas.
• Hay países que piden obligatoriamente el seguro de viaje: es el caso, por ejemplo, de Cuba o Rusia.
• Hacer los trámites a través de especialistas: para una mayor personalización y adecuación de los seguros de viaje a cada caso, es recomendable hacerlo a través de especialistas, teniendo en cuenta sobre todo la accesibilidad, y la propuesta de servicios inmediatos, para atender cualquier eventualidad.

Ante este tipo de problemas en el lugar de destino, tener a mano herramientas tecnológicas como Coverfy, pueden convertirse en una solución rápida y ágil que ayuda a estar tranquilo y seguro en vacaciones.