El 61% de las empresas españolas señala que los problemas financieros de sus clientes son la principal causa de la morosidad, según la última edición del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, elaborado por Crédito y Caución e Iberinform. Además, el 79% de las compañías se ve obligada a aceptar plazos de pago superiores a los deseados para mantener su cartera de clientes, lo que refleja una situación generalizada en todos los sectores y tamaños empresariales.
El estudio, que recoge la opinión de cerca de 600 gestores empresariales, destaca que los grandes sectores de la economía española enfrentan desafíos similares. Así, el 51% de las empresas acepta plazos de pago prolongados por parte de grandes empresas, mientras que el 44% lo hace con las pymes. En contraste, los autónomos apenas imponen plazos de pago a un 13% de las entidades.
El rol de las Administraciones Públicas en el pago a las empresas
Las Administraciones Públicas también contribuyen al problema de los plazos extendidos, aunque en menor medida. Según el informe, el 45% de las empresas que trabajan con el sector público debe aceptar condiciones de pago más largas de lo deseado. Dentro de este ámbito, las Administraciones locales presentan el peor comportamiento, afectando al 30% de las compañías, frente al 23% en el caso de las autonómicas y el 12% en las estatales.
Causas de la morosidad empresarial
La falta de liquidez de los clientes es la causa más citada por las empresas (61%), seguida del retraso intencionado en los pagos (55%). Otros factores mencionados incluyen la complejidad en los procedimientos de pago (18%), disputas sobre la calidad de los bienes o servicios (8%) y errores en la emisión de facturas (8%).
Mejora en los plazos de cobro
Solo el 51% de las empresas logra trabajar con plazos de cobro inferiores a los 60 días establecidos por la Ley 15/2010 de Medidas de Lucha contra la Morosidad. Sin embargo, este porcentaje supone una mejora de un punto respecto al año pasado y recupera los niveles pre-Covid-19, cuando el 49% de las compañías cumplía con este límite.
Este informe pone de manifiesto la persistencia de los desafíos en la gestión del riesgo de crédito, pero también algunos avances hacia una mejor cultura de pago en el tejido empresarial español.
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