El reciente apagón informático que paralizó durante horas buena parte de la actividad digital en España ha cambiado por completo la percepción del riesgo entre las pymes tecnológicas. Lo que parecía un incidente aislado ha revelado la fragilidad de la infraestructura digital del país y ha dejado un profundo impacto en un sector que vive de su capacidad de operar sin interrupciones. Hoy, ocho de cada diez pymes tecnológicas (81%) consideran que un nuevo apagón informático es una seria amenaza para su continuidad, según el informe Barómetro Tech 2025: radiografía de la pyme tecnológica española, elaborado por Hiscox.
La ciberseguridad, principal amenaza del sector
El estudio confirma que la preocupación por la ciberseguridad sigue escalando posiciones. El 82% de las pymes identifica los ciberataques como su mayor amenaza, por encima incluso del avance de la Inteligencia Artificial (80%) o de los riesgos derivados de la cadena de suministro. A estos temores se suman otros como los retrasos o fracasos en proyectos (79,4%), las infracciones de propiedad intelectual (78%) o la insuficiente capacidad de inversión (77%).
Además, el 75% teme pérdidas de datos por errores humanos o fallos informáticos, un riesgo que cobró relevancia tras el reciente apagón.
Refuerzo de controles y seguros especializados, las medidas más extendidas
Ante este escenario, las pymes tecnológicas están reaccionando con una combinación de prevención, inversión y protección financiera.
La medida más adoptada es el refuerzo de controles y procedimientos internos, elegida por el 50,38% de las empresas. Muy cerca se sitúa la contratación de seguros especializados, opción por la que opta el 45,11% para mitigar el impacto económico de un incidente grave.
El fortalecimiento de equipos (42,11%) y las acciones de formación y sensibilización en materia de riesgos (39,10%) completan el paquete de medidas asociadas al talento. En materia operativa, el 34,59% apuesta por actualizar hardware y software y realizar auditorías periódicas, mientras que estrategias como internalizar actividades (33,08%) o externalizarlas (27,07%) ayudan a reorganizar procesos clave.
Los retos del día a día: entre la saturación del mercado y la morosidad
Más allá de los riesgos digitales, el informe identifica los desafíos operativos que más condicionan la gestión diaria.
La ciberseguridad, la pérdida de datos y los fallos digitales continúan siendo la principal preocupación (19,3%). Le siguen la saturación del mercado y la presión sobre precios (17,3%), reflejo de una competencia creciente.
En el plano financiero, la morosidad y los retrasos en los pagos afectan al 16% de las pymes, mientras que la escasez de talento especializado (10%), la falta de integración de sistemas (12%) o la burocracia interna (8,7%) completan el listado de dificultades recurrentes.
Un sector resiliente y optimista pese a la incertidumbre ante el apagón informático
A pesar del contexto desafiante, el estudio revela un marcado optimismo. El 96% de las pymes tecnológicas se siente muy o extremadamente segura sobre su futuro, una percepción que se traduce en planes de crecimiento: el 59,3% prevé aumentar ligeramente su plantilla.
Este optimismo se apoya en un ecosistema que perciben acompañado. El 88,7% considera que cuenta con apoyo de actores públicos, y la mitad participa activamente en redes empresariales. Destaca especialmente DigitalES, con una representatividad del 32,7%, como núcleo de colaboración sectorial.
“La ciberseguridad ya es un riesgo de viabilidad”
Para Nerea de la Fuente, directora de Suscripción de Hiscox Iberia, la transformación digital ha cambiado por completo el mapa de riesgos:
“La digitalización no solo ha traído oportunidades, sino una nueva jerarquía de riesgos, donde la ciberseguridad se ha convertido en un riesgo de viabilidad. El Barómetro Tech 2025 de Hiscox nace precisamente con el objetivo de analizar las principales preocupaciones de este tejido empresarial y cómo están gestionando su crecimiento. Hemos podido constatar que el temor a un apagón informático es una preocupación real y profunda del sector. Sin embargo, el optimismo y la resiliencia del sector tecnológico español demuestran que, con las medidas adecuadas y una cultura de prevención, están preparados para capitalizar su crecimiento futuro”.
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