
La tecnología ya es el eje vertebrador del negocio asegurador. Así lo confirma la 12ª edición de Insurance Revolution, organizada por iKN Spain, que reunió en Madrid a más de 600 asistentes y 60 ponentes, batiendo un nuevo récord de participación. Según las conclusiones del encuentro, el 95% del plan estratégico de una aseguradora está hoy vinculado a la tecnología, un porcentaje que hace apenas una década apenas superaba el 50%.
El evento puso de relieve que el sector asegurador español vive una encrucijada estratégica, en la que la innovación tecnológica y la inteligencia artificial (IA) se han convertido en palancas fundamentales para la competitividad, la eficiencia y la personalización del servicio.
Tecnología y estrategia: una relación indisoluble
A lo largo del congreso, se subrayó la creciente dependencia entre tecnología y negocio. Sin embargo, el 40% de las compañías no está segura de que su infraestructura tecnológica esté plenamente alineada con su estrategia corporativa, un desajuste que podría limitar el retorno de la inversión en innovación.
Francisco Javier Baena Álvarez de Quevedo, director de la División de Supervisión Tecnológica y de Innovación Digital de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), destacó la importancia de mantener la estabilidad financiera como base de cualquier transformación:
“Sin estabilidad financiera habrá caos”, afirmó durante la inauguración, subrayando la necesidad de que la innovación se guíe por el principio de neutralidad tecnológica y con las personas en el centro de las decisiones.
Inteligencia artificial: motor de eficiencia y valor
Los expertos coincidieron en que la inteligencia artificial ya está redefiniendo los modelos de negocio y las expectativas de los clientes.
“La IA ha venido para quedarse y transformar todo lo que hacemos”, señaló Miguel Núñez, director de Sistemas Corporativos y Transversales de SegurCaixa Adeslas, quien insistió en fomentar su adopción segura dentro de las organizaciones y en integrar la tecnología en la cultura corporativa.
En esta línea, Álvaro Martín, director técnico de Automóvil y miembro del Comité de Dirección de A.M.A. Agrupación Mutual Aseguradora, advirtió sobre los límites de la automatización:
“No debemos aplicar la IA en procesos que requieren un alto nivel de contexto y experiencia. Si nosotros no somos capaces de trasladar ese conocimiento, la IA tampoco podrá ofrecernos la respuesta adecuada”.
Entre los casos prácticos destacados figuraron el uso de chatbots de soporte a agentes, la detección de fraude o la verificación digital, ejemplos que demuestran cómo la IA puede mejorar la experiencia del cliente sin sustituir el factor humano.
Datos, cultura y personas: los tres pilares del cambio
Durante una mesa de debate con representantes de Santalucía, CESCE y Zurich, se analizó cómo lograr una verdadera alineación entre la estrategia tecnológica y corporativa. Los ponentes coincidieron en que la calidad del dato, la revisión de procesos y la gestión del cambio cultural son claves para obtener valor real de la IA.
“Antes de aplicar la IA hay que entender el proceso. La tecnología por sí sola no aporta valor; lo esencial es el factor humano”, resumieron.
Por su parte, Inés Redín Villafañe, directora de Medios de VIDACAIXA, destacó las tres prioridades tecnológicas en la agenda de los CIOs: fortalecer la estructura del dato, renovar las aplicaciones para mejorar la integración con plataformas externas y adoptar la inteligencia artificial con formación y propósito.
El sector asegurador, de la digitalización al liderazgo tecnológico
La directora de contenidos de Insurance Revolution, Rebeca Cuesta, cerró el encuentro con una reflexión sobre la evolución del sector:
“Cuando comenzó este congreso hablábamos de digitalización como un horizonte. Hoy es una realidad. El sector asegurador no solo se adapta, sino que lidera el cambio hacia la IA, los datos, la personalización y la sostenibilidad”.
Insurance Revolution 2025 deja claro que el futuro del seguro pasa por una innovación tecnológica centrada en las personas, donde la inteligencia artificial, los datos y la cultura organizativa se combinan para construir un modelo más eficiente, humano y sostenible.